viernes, 6 de abril de 2012

LECTURAS PRELIMINARES PARA TESISTAS

LECTURA Nº1.

LA PERSPECTIVA CIENTÍFICA

Bertrand Russell. LECTURA Nº2.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.

Hernández,R. Fernández C. Baptista L.

LECTURA Nº3.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.

Hernández,R. Fernández C. Baptista L. &&&&&&&&&&&&&&&&&

LECTURA Nº1.

LA PERSPECTIVA CIENTÍFICA

Bertrand Russell.(1983).SARPE .SA.

Capítulo I. Punto 3. Limitaciones del Método Científico

Todo el conocimiento que poseemos es, o conocimiento de hechos particulares, o conocimiento científico. Los detalles de la historia y geografía quedan apartados de la ciencia en cierto modo; esto es, son presupuestos por la ciencia y for­man la base sobre la que se levanta aquélla. Los detalles que son exigidos en un pasaporte, como el nombre, fecha de nacimiento, color de los ojos de los abuelos, etc., son hechos brutos; la existencia pasada de César y Napoleón, la existencia actual de la Tierra y el Sol y de otros cuerpos celestes, pueden también considerarse como hechos brutos. Es decir, que la mayoría de nosotros los acepta como tales, pero, hablando exactamente, implican consecuencias que pueden ser o no correctas. Si un muchacho que aprende Historia rehusase creer en la existencia de Napoleón, sería probablemente castigado, lo que para un pragmatista podría constituir prueba suficiente de que existió dicho personaje. Pero si el muchacho no fuese pragmatista podría reflexionar que, si su maestro tuviese alguna razón para creer en Napoleón, podía haberla expuesto. Muy pocos profesores de Historia, a mi juicio, serían capaces de presentar un argumento aceptable en demostración de que Napoleón no es un mito. No digo que no existan tales argumentos; sólo afirmo que la mayoría de la gente no sabe cómo son. Es claro que si se ha de creer algo que no conozcamos por experiencia propia, habrá alguna razón para creerlo. Generalmente, la razón es la autori­dad. Cuando se propuso por vez primera establecer laboratorios en Cambridge, el matemático Todhunter objetó que era innecesario para los estudiantes ver realizados los experi­mentos, ya que los resultados podían ser atestiguados por sus profesores, todos ellos hombres de la más alta autoridad y muchos de ellos clérigos de la Iglesia de Inglaterra, Todhunter consideraba que el argumento de la autoridad bastaba. Pero todos nosotros sabemos cuán frecuentemente ha resul­tado equivocada la autoridad. Es cierto que la mayoría de no­sotros debemos depender inevitablemente de ella, para la mayoría de nuestro conocimiento. Acepto, basado en la autoridad, la existencia del Cabo de Hornos; y es, desde luego, imposible que cada uno de nosotros pueda comprobar todos los detalles geográficos. Pero es importante que exista la oportunidad de la verificación y que su necesidad ocasional sea reconocida.

Volvamos a la Historia. A medida que retrocedemos en el pasado, la duda crece sin cesar. ¿Existió Pitágoras? Probable­mente. ¿Existió Rómulo? Probablemente no. ¿Existió Remo? Casi es cierto que no. Pero la diferencia entre la prueba para Napoleón y la prueba para Rómulo apenas existe. Hablando con rigor, ni la una ni la otra pueden ser aceptadas como un hecho evidente, ya que ninguna de las dos cae dentro de nuestra experiencia directa.

¿Existe el Sol? La mayoría de la gente diría que el Sol en­tra en el campo de nuestra experiencia directa en un sentido que no cabe aplicar a Napoleón. Pero al pensar así resultarían equivocados. El Sol está separado de nosotros por el espacio mientras Napoleón lo está por el tiempo. El Sol, como Napoleón, sólo es conocido por nosotros a través de sus efectos. La gente dice que ve el Sol; pero esto sólo significa que algo ha viajado a través de los ciento cincuenta millones de kilómetros del espacio y producido un efecto en la retina, en el nervio óptico y en el cerebro. Este efecto, que tiene lu­gar donde nos encontramos, no es ciertamente idéntico al Sol, tal como lo comprenden los astrónomos. En realidad, el mismo efecto podría ser producido por otros medios; en teo­ría, un globo caliente de metal fundido podría ser colgado en una posición tal, que para un observador determinado pare­ciese precisamente el Sol. El efecto para el observador podría confundirse con el efecto que el Sol produce. EI Sol, por con­siguiente, es una inferencia a partir de lo que vemos, y no es el trozo real brillante que percibimos inmediatamente.

Es característico del progreso de la ciencia el hecho de que cada vez resulte ésta menos hecha de datos y más y más de deducción. Esta deducción es enteramente inconsciente, excepto en aquellos que se han encontrado a sí mismos en el escepticismo filosófico; pero no debemos suponer que una de­ducción inconsciente sea necesariamente válida. Los niños creen que hay otro niño al otro lado del espejo, y aunque no han llegado a esta conclusión por un proceso lógico, es, sin embargo, equivocada. Muchas de nuestras deducciones inconscientes, que son, en realidad, reflejos condicionados, ad­quiridos en la primera infancia, resultan muy dudosas tan pronto como se someten a un escrutinio lógico. La física ha sido impulsada por sus propias necesidades a tomar en consi­deración algunos de estos prejuicios injustificables. El hom­bre corriente piensa que la materia es sólida; pero el físico piensa que es una onda de probabilidad, que ondula en la nada. Dicho brevemente: la materia en un lugar determinado es definida como la probabilidad de ver en ese lugar un fan­tasma. Por el momento, sin embargo, no me ocuparé de estas especulaciones metafísicas, sino sólo de los rasgos del método científico que han dado origen a ellas. Las limitaciones del método científico se han hecho mucho más palpables en años recientes de lo que hasta ahora lo habían sido. Se han hecho más evidentes en física, que es la más avanzada de las ciencias, y hasta el momento estas limitaciones han tenido poco efecto en otras ciencias. Sin embargo, ya que el término teó­rico de toda ciencia es ser absorbida por la física, no es probable que nos extraviemos si aplicamos a la ciencia en gene­ral las dudas y dificultades que han resultado manifiestas en la esfera de la física.

Las limitaciones del método científico pueden ser clasifi­cadas en tres grupos: 1) la duda respecto a la validez de la inducción; 2) la dificultad de sacar inferencias de lo que ha sido experimentado a lo que no lo ha sido, y 3) aún admitiendo que pueda haber inferencia a lo que no ha sido experi­mentado, subsiste el hecho de que tal inferencia puede ser de un carácter extremadamente abstracto, y dé, por consiguiente, menos información de la que resulta cuando se em­plea el lenguaje ordinario.

1) Inducción.- Todos los argumentos inductivos en úl­timo extremo se reducen en sí mismos a la forma siguiente: “Si esto es verdad, aquello es verdad; ahora bien, aquello es verdad, luego esto es verdad”. Este argumento es, naturalmente, sofístico del todo. Suponed que yo dijese: “Si el pan es una piedra y las piedras son alimenticias, entonces el pan me alimentará; ahora bien, este pan me alimenta, por consiguiente es una piedra, y las piedras son alimenticias”. Si defendiese argumento parecido, sería tomado por tonto, y, sin embargo, no sería fundamentalmente diferente de los argumentos en que se basan todas las leyes científicas. En ciencia siempre argüimos que puesto que los hechos observados obedecen a ciertas leyes, otros hechos en la misma región obedecerán a las mismas leyes. Podemos verificar esto subsi­guientemente en una región mayor o menor; pero su impor­tancia práctica está siempre en aquellas regiones donde aún no ha sido verificado. Hemos comprobado las leyes de la estática, por ejemplo, en innumerables casos, y las utilizamos al construir un puente; respecto a éste, no son comprobadas hasta que vemos que el puente se sostiene; pero su importan­cia radica en que nos capacitan para predecir de antemano que el puente se tendrá en pie. Es fácil ver por qué pensamos que el puente se tendrá erguido; se trata sencillamente de un ejemplo de los reflejos condicionados de Pavlov, que nos impulsan a esperar todas las combinaciones que hemos experimentado frecuentemente en el pasado. Pero si hay que cruzar un puente en un tren, no le consuela al viajero el saber por qué el ingeniero piensa que es un buen puente; lo importante es que sea un buen puente, y esto requiere que sea válida su inducción de las leyes de la estática en casos observados a las mismas leyes en casos no observados.

Ahora bien; desgraciadamente, nadie hasta ahora ha pre­sentado ninguna buena razón para suponer que esta clase de inferencia sea buena. Hume hace cerca de doscientos años arrojó dudas sobre la inducción, como, en realidad, sobre muchas otras cosas. Los filósofos se indignaron e inventaron refutaciones contra Hume, que fueron aceptadas a causa de su extremada oscuridad. Durante mucho tiempo los filósofos procuraron ser ininteligibles, pues de otro modo todo el mundo se hubiera apercibido de su fracaso al contestar a Hume. Es fácil inventar una metafísica que tenga como con­secuencia hacer válida la inducción y muchos hombres lo han hecho; pero no han presentado ninguna razón para creer en su metafísica, excepto que era agradable. La metafísica de Bergson, por ejemplo, es indudablemente agradable; como los cócteles, nos permite ver el mundo en una unidad, sin distinciones bien marcadas, y todo ello con deleitosa vaguedad. Pero no tiene mejores títulos que los cócteles para ser in­cluida en la técnica de la persecución del conocimiento. Puede haber razones válidas para creer en la inducción, y en realidad nadie puede dudar de ello; pero hay que convenir que, en teoría, la inducción sigue siendo un problema de lógica no resuelto. Como esta duda, sin embargo, afecta prácti­camente al conjunto de nuestro conocimiento, debemos prescindir de ella, y dar por sentado pragmáticamente que el procedimiento inductivo, con la adecuada cautela, es admisible.

2) Inferencias de lo que no está experimentado.- Como observábamos antes, lo que en realidad es experimentado es mucho menos de lo que podría suponerse generalmente. Podéis decir, por ejemplo, que veis a un amigo, el señor Jones, paseando por la calle; pero no es lícito hacer esta afirmación así en absoluto. Lo que veis es una sucesión de imágenes coloreadas que se mueven sobre un fondo estacionario. Estas imágenes, por medio de los reflejos condicionados de Pavlov, traen a nuestro cerebro la palabra “Jones”, y por eso decís que veis a Jones. Pero otras personas, mirando desde sus ventanas con diferentes ángulos, verán algo diferente, debido a las leyes de perspectiva; por consiguiente, si todos ven a Jones, debe de haber tantos Jones diferentes como especta­dores hay, y si hay un solo Jones verdadero, la vista del mismo no es permitida a nadie. Si aceptamos por un mo­mento la verdad del hecho que nos proporciona la física, ex­plicaremos lo que llamáis “ver a Jones”, con los siguientes términos: Pequeños conglomerados de luz, llamados “quanta de luz”, salen disparados del sol, y algunos de ellos logran lle­gar a una región en donde existen átomos de un cierto gé­nero, que forman la cara, las manos y la vestimenta de Jones. Estos átomos no existen por sí mismos, sino que son sencilla­mente una manera compendiada de aludir a acaecimientos posibles. Algunos de los quanta luminosos, cuando chocan con los átomos de Jones, trastornan su economía interna. Ello es causa de que resulte su piel tostada por el sol y se produzca vitamina D. Otros son reflejados, y de éstos, algunos penetran por vuestros ojos. Allí causan una alteración com­plicada de los bastoncillos y los conos, que a su vez engendra una corriente a lo largo del nervio óptico. Cuando esta corriente alcanza el cerebro, produce un resultado. El resultado que produce es lo que llamáis “ver a Jones”. Como es evi­dente por esta exposición, la conexión entre el “ver a Jones” y Jones es una conexión causal, remota e indirecta. El verdadero Jones, mientras tanto, permanece envuelto en el misterio. Puede estar pensando en su comida o en cómo se le ha ido destrozando la ropa o en el paraguas que ha perdido; estos pensamientos son Jones; pero no son lo que veis. Decir que veis a Jones no es más correcto que lo sería la afirmación de que una pared de vuestro jardín os ha golpeado, porque habéis recibido el golpe de rebote de una pelota lanzada contra dicha pared. En el fondo, los dos casos se parecen mucho.

Por eso nunca vemos lo que pensamos que vemos. ¿Hay al­guna razón para pensar que lo que pensamos que vemos existe, aunque no lo veamos? La ciencia siempre se ha enor­gullecido de ser empírica y de creer únicamente lo que puede ser verificado. En este caso podéis comprobar en vosotros mismos esos sucesos que llamáis “ver a Jones”, pero no podéis comprobar al propio Jones. Podéis oír sonidos que llamáis Jones, hablándole; podéis experimentar sensaciones de tacto que llamáis Jones, dándole golpes. Si Jones no ha to­mado últimamente un baño, podéis también percibir sensa­ciones olfativas, cuyo origen atribuís a Jones. Si habéis quedado impresionados por este argumento, podéis dirigiros a él como si estuviera en el otro extremo de un teléfono y pregun­tar: “¿Está usted ahí?” y oiréis subsiguientemente las pala­bras: “Sí, idiota, ¿no me está usted viendo?” Pero si tornáis esto como una evidencia de estar él allí, habéis equivocado la punta del argumento. La punta es que Jones es una hipótesis conveniente, por medio de la cual algunas de vuestras propias sensaciones pueden ser reunidas en un haz; pero lo que en realidad las hace aparecer juntas no es su común origen hipotético, sino ciertas semejanzas y afinidades causales que tie­nen unas con otras. Estas subsisten, aunque su común origen sea imaginario. Si veis a un hombre en el cine, sabéis que no existe fuera de la pantalla, aunque suponéis que hubo un ori­ginal que existió continuamente. Pero ¿por qué habéis de ha­cer esta suposición? ¿Por qué no ha de ser Jones como el hombre que veis en el cine? Puede ser que Jones se enoje con vosotros si le sugerís tal idea; pero será incapaz de refutarla ya que no puede daros ninguna experiencia de lo que está ha­ciendo cuando vosotros no lo experimentáis.

¿Hay algún medio de probar que existen sucesos distintos de aquellos que uno mismo experimenta? Esta es una cues­tión de cierto interés emocional; pero el físico teórico de nuestros días la consideraría sin importancia. “Mis fórmulas –diría- se limitan a proporcionar leyes causales que conec­tan mis sensaciones. En la exposición de estas leyes causales puedo emplear entidades hipotéticas; pero la cuestión de si estas entidades son algo más que hipotéticas, no viene a cuento, toda vez que cae fuera de la esfera de la posible verificación”. En caso necesario, puede admitir que otros físicos existen, ya que desea utilizar los resultados por ellos obte­nidos. y habiendo admitido a los físicos, puede ser conducido por urbanidad a admitir también a estudiosos de otras cien­cias. Puede, en efecto, formar un argumento por analogía, para demostrar que así como su cuerpo está ligado con sus pensamientos, así los cuerpos que se parecen al suyo están li­gados probablemente con pensamientos. Cabe discutir la fuerza que haya en este argumento; pero, aunque se admita, no nos permite concluir que el sol y las estrellas existen, o en general, una materia inanimada. Estamos, en efecto, en una posición parecida a la de Berkeley, según el cual sólo existen los pensamientos. Berkeley salvó el universo y la permanencia de los cuerpos, considerándolos como pensamientos de Dios; pero esto sólo fue la realización de un deseo, no un razonamiento lógico. Sin embargo, como Berkeley era obispo e irlandés, no debemos ser muy severos con él. El hecho es que la ciencia camina cargada con gran cantidad de lo que San­tayana llama “fe animal”, que es, en realidad, el pensamiento dominado por el principio del reflejo condicionado. Esta fe animal es la que capacita a los físicos para creer en el mundo de la materia. Gradualmente se han ido haciendo traidores, como los hombres que al estudiar la historia de los reyes se hacen republicanos. Los físicos de nuestros días no creen ya, en la materia. Esto, en sí mismo, no sería, sin embargo, una gran pérdida, suponiendo que pudiésemos aún tener un mundo externo grande y variado; pero, desgraciadamente, no nos han proporcionado ninguna razón para creer en un mundo externo no material.

El problema no lo es esencialmente para el físico, sino para el lógico. Es en el fondo sencillo, a saber: ¿hay siempre circunstancias tales que nos permitan inferir de una serie de he­chos conocidos, que algún otro hecho ha ocurrido, está ocu­rriendo u ocurrirá? O si no podemos hacer tal inferencia con certidumbre, ¿podemos siempre hacerla con algún grado alto de probabilidad, o, en todo caso, con una probabilidad mayor que media? Si la respuesta a esta cuestión es afirmativa, es justificado el creer en la ocurrencia de hechos que no hemos experimentado personalmente. Si la contestación es negativa, nunca puede estar justificada nuestra creencia. Los lógicos apenas han considerado nunca esta cuestión en su desnuda sencillez y no conozco ninguna respuesta clara a ella. Hasta que se presente una contestación, en un sentido o en otro, la cuestión queda en pie, y nuestra fe en el mundo externo debe ser meramente “fe animal”.

3) Lo abstracto de la física.- Aún concediendo que el sol, las estrellas y el mundo material, en general, no son una ficción de nuestra imaginación, o una serie de coeficientes con­venientes en nuestras ecuaciones, lo que puede decirse sobre ellos es extraordinariamente abstracto, mucho más que lo que resulta del lenguaje empleado por los físicos cuando preten­den ser inteligibles. El espacio y el tiempo de que ellos se ocupan no es el espacio y el tiempo de nuestra experiencia. Las órbitas de los planetas no se parecen a las elipses gráficas que vemos dibujadas en las cartas del sistema solar, excepto en ciertas propiedades enteramente abstractas. Es posible que la relación de contigüidad que ocurre en nuestra ex­periencia pueda ser extendida a los cuerpos del mundo fí­sico, pero otras relaciones conocidas en la experiencia no son conocidas en el mundo físico. Lo más que puede ser cono­cido, y eso sólo desde un punto de vista hasta halagüeño, es que existen ciertas relaciones en el mundo físico que compar­ten ciertas características lógicamente abstractas con las relaciones que nosotros conocemos. Las características que comparten son aquellas que pueden ser expresadas matemáticamente, no aquellas que las distinguen imaginati­vamente de otras relaciones. Tomad, por ejemplo, lo que hay de común entre un disco de gramófono y la música que pro­duce; las dos cosas comparten ciertas propiedades estructu­rales, que pueden ser expresadas con términos abstractos; pero no comparten ninguna propiedad que sea perceptible por los sentidos. En virtud de su similaridad estructural, el uno puede producir la otra. Análogamente, un mundo físico que comparta la estructura de nuestro mundo sensible puede producirlo, aunque no se le parezca en nada más que en la estructura, Por eso, a lo mejor, sólo podemos conocer res­pecto al mundo físico propiedades como las que tienen en co­mún el disco de gramófono y la música. El lenguaje ordinario es del todo inadmisible para expresar lo que la física afirma realmente, ya que las palabras de uso corriente no son suficientemente abstractas. Sólo las matemáticas y la lógica matemática pueden decir algo de lo que el físico quiere decir. Tan pronto como traduce en palabras sus símbolos, dice inevitablemente algo demasiado concreto, y da a sus lectores la grata impresión de algo imaginable e inteligible impresión que es mucho más agradable que lo que está tratando de comunicar.

Mucha gente tiene una aversión apasionada a la abstracción; principalmente, a mi juicio, por su dificultad intelectual. Pero como no quieren dar esta razón, inventan otras de todas clases que suenan majestuosamente. Dicen que toda realidad es concreta, y que al hacer abstracciones desaten­demos lo esencial. Dicen que toda abstracción es falsificación, y que tan pronto como alguien ha desatendido algún aspecto de algo actual se ha expuesto al riesgo de errar al argüir sólo con los aspectos restantes. Los que argumentan de este modo están, en realidad, interesados en asuntos distintos de los que interesan a la ciencia. Desde el punto de vista esté­tico, por ejemplo la abstracción es probablemente desconcertante. La música puede ser bonita mientras el disco de gramófono es estéticamente nulo; desde el punto de vista de la visión imaginativa, tal como un poeta épico podría desearla al escribir la historia de la creación, el conocimiento abstracto proporcionado por la física no es satisfactorio. El poeta desea saber lo que Dios contempló cuando miró al mundo y vio que era bueno; no puede quedar satisfecho con fórmulas que dan las propiedades lógicamente abstractas de las relaciones entre las partes diferentes de lo que Dios vio. Pero el pensamiento científico es distinto de esto. Es esencialmente un pensamiento-poder; es esa clase de pensamiento, por decirlo así, cuyo propósito, consciente o inconsciente, es conferir poder a su posesor. Ahora bien, el poder es un concepto causal, y para obtener poder sobre un material dado, sólo se necesita conocer las leyes causales a las que está sometido. Esta es una cuestión esencialmente abstracta, y cuantos más detalles impertinentes podamos omitir de nuestra esfera, tanto más poderosos se harán nuestros pensamientos. Lo mismo puede decirse en la esfera económica. El agricultor que conoce todos los rincones de su granja, tiene un conocimiento concreto del trigo y gana muy poco dinero; el ferrocarril que transporta su trigo, lo percibe de una manera un poco más abstracta, y hace un poco más de dinero; el abastecedor de mercado, que lo conoce tan sólo en el aspecto meramente abstracto, de algo que sube o baja de precio, está a su vez tan alejado de la realidad concreta como el físico, y de todos los ligados en la esfera económica es el que hace la mayor ganan­cia y tiene el mayor poder. Así sucede con la ciencia, aunque el poder que el hombre de ciencia busca es más remoto e im­personal que aquel que se busca en el mercado.

La extremada abstracción de la física moderna es difícil de entender; pero proporciona a los que pueden entenderla una visión del mundo en conjunto, un sentido de su estructura y mecanismo, como ningún aparato menos abstracto podría posiblemente proporcionar. El poder de usar de las abstracciones es la esencia del intelecto, y a cada momento de abstracción, los triunfos intelectuales de la ciencia son acrecentados.

LECTURA Nº2.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.

Hernández,R. Fernández C. Baptista L. (1991)

Ed. Mc Graw Hill

Capítulo 2.

Planteamiento del problema: objetivos, preguntas de investigación y justificación del estudio

PROCESO DE INVESTIGACIÓN

Segundo paso

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN:

· Establecer objetivos de investigación.

· Desarrollar las preguntas de investigación.

· Justificar la investigación y analizar su viabilidad

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Que el alumno:

Formule de manera lógica y coherente problemas de investigación científica.

Esté capacitado para redactar objetivos y preguntas de investigación científica.

Comprenda los criterios para evaluar un problema de investigación científica.

SÍNTESIS

En este capítulo se mostrará la manera en que la idea se desarrolla y se transforma en el planteamiento del problema de investigación científica. Es decir, el capítulo trata sobre cómo plantear un problema de investigación científica. Tres elementos son fundamentales para plantear un problema: objetivos de investigación, preguntas de investigación y justificación de la investigación. En el capítulo se discuten estos elementos.

2.1. ¿QUÉ ES PLANTEAR EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN?

Una vez que se ha concebido la idea de investigación y el científico, estudiante o experto social han profundizado el tema en cuestión (acudiendo a la bibliografía básica, así como consultando a otros investigadores y fuentes diversas), se encuentran en condiciones de plantear el problema de investigación.

En realidad, plantear el problema no es sino afinar y estructurar más formalmente la idea de investigación. El paso de la idea al planteamiento del problema puede ser en ocasiones inmediato, casi automático, o bien llevar una considerable cantidad de tiempo; lo que depende de qué tan familiarizado esté el investigador con el tema a tratar, la complejidad misma de la idea, la existencia de estudios antecedentes, el empeño del investigador y las habilidades personales de éste. El seleccionar un tema, una idea, no coloca inmediatamente al investigador en una posición que le permita comenzar a considerar qué información habrá de recolectar, por qué métodos y cómo analizará los datos que obtenga. Antes necesita formular el problema específico en términos concretos y explícitos y de manera que sea susceptible de ser investigado por procedimientos científicos (Selltiz et al., 1976).

Como señala Ackoff (1953), un problema correctamente planteado está parcial­mente resuelto, a mayor exactitud corresponden más posibilidades de obtener una solución satisfactoria. El investigador debe ser capaz no sólo de conceptuar el problema sino también de verbalizarlo de forma clara, precisa y accesible. En algunas ocasiones el investigador sabe lo que desea hacer pero no puede comunicarlo a los demás y es necesario que realice un esfuerzo por traducir su pensamiento a términos que sean comprensibles, pues en la actualidad la mayoría de las investigaciones requieren la colaboración de otras personas.

Criterios de planteamiento del problema

Los criterios -de acuerdo con Kerlinger (1975)- para plantear adecuadamente el problema de investigación son:

El problema debe expresar una relación entre dos o más variables.

El problema debe estar formulado claramente y sin ambigüedad como pregunta (por ejemplo, ¿qué efecto?, ¿en qué condiciones...?, ¿cuál es la probabilidad de...? ¿cómo se relaciona ___________ con ___________...?, etcétera.

El planteamiento implica la posibilidad de prueba empírica. Es decir, de poder observarse en la realidad. Por ejemplo, si alguien piensa estudiar qué tan sublime es el alma de los adolescentes, está planteando un problema que no puede probarse empíricamente pues “lo sublime" y “el alma" no son observables. Claro que el ejemplo es extremo, pero nos recuerda que las ciencias trabajan con aspectos observables y medibles en la realidad.

2.2. ¿QUÉ ELEMENTOS CONTIENE EL PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN?

2.2.1. Objetivos de investigación

Los elementos para plantear un problema son tres y están relacionados entre sí: los objetivos que persigue la investigación, las preguntas de investigación y la justifica­ción del estudio.

En primer lugar, es necesario establecer qué pretende la investigación, es decir, cuáles son sus objetivos. Hay investigaciones que buscan ante todo contribuir a resolver un problema en especial -en este caso debe mencionarse cuál es y de qué manera se piensa que el estudio ayudará a resolverlo- y otras que tienen como objetivo principal probar una teoría o aportar evidencia empírica a ésta.

Los objetivos deben expresarse con claridad para evitar posibles desviaciones en el proceso de investigación y deben ser susceptibles de alcanzarse (Rojas, 1981); son las guías del estudio y durante todo el desarrollo del mismo deben tenerse presentes. Evidentemente, los objetivos que se especifiquen han de ser congruentes entre sí. Por ejemplo, pongamos el caso de la joven interesada en llevar a cabo una investigación en torno a los factores que intervienen en el desarrollo del noviazgo. Una vez que se ha familiarizado con este tema encuentra que, según algunos estudios, los factores más importantes son la atracción física, la confianza, la proximidad física (que vivan cerca y se vean con cierta frecuencia), el grado en que cada uno de los novios refuerza positivamente la autoimagen del otro (retroalimenta la autoestima de la pareja) y la similitud entre ambos (que compartan la misma religión, valores, creencias y actitudes centrales). Entonces los objetivos de su estudio podrían ser:

Determinar si la atracción física, la confianza, la proximidad física, el reforzamiento de la autoestima y la similitud tienen una influencia importante en el desarrollo del noviazgo entre jóvenes guatemaltecos.

Evaluar cuáles de los factores mencionados tienen mayor importancia en el desarrollo del noviazgo entre jóvenes guatemaltecos.

Analizar si hay o no diferencia entre los hombres y las mujeres con respecto a la importancia atribuida a cada uno de estos factores.

Analizar si hay o no diferencias entre las parejas de novios de distintas edades en relación con la importancia asignada a cada uno de estos factores.

También es conveniente comentar que durante la investigación pueden surgir objetivos adicionales, modificarse los objetivos iniciales e -incluso- ser sustituidos por nuevos objetivos, dependiendo de la dirección que tome la investigación.

2.2.2. Preguntas de investigación

Además de definir los objetivos concretos de la investigación, es conveniente plantear a través de una o varias preguntas –según sea el caso- el problema que se estudiará. Plantear el problema de investigación en forma de preguntas tiene la ventaja de presentarlo de manera directa, minimizando la distorsión (Christensen, 1980).

Desde luego, no siempre en la pregunta o preguntas se comunica el problema en su totalidad, con toda su riqueza y contenido. A veces solamente el propósito del estudio es formulado aunque la pregunta o preguntas deben resumir lo que habrá de ser la investigación. Al respecto, no podemos decir que haya una forma correcta (una “receta de cocina") de expresar todos los problemas de investigación, pues cada uno de ellos requiere un análisis particular. Las preguntas generales deben aclararse y delimitarse para esbozar el área-problema y sugerir actividades pertinentes para la investigación (Ferman y Levin, 1979).

Hay preguntas demasiado generales que no conducen a una investigación concreta como: ¿por qué algunos matrimonios duran más que otros?, ¿por qué hay personas más satisfechas en su trabajo que otras?, ¿en qué programas de televisión hay muchas escenas de sexo?, ¿cambian con el tiempo las personas que van a psicoterapia?, ¿los gerentes se ponen “más la camiseta de la compañía" que los obreros?, ¿cómo se relacionan los medios de comunicación con el voto? Las preguntas no deben utilizar términos ambiguos ni abstractos. Estas preguntas que se citaron constituyen más bien ideas iniciales que es necesario refinar y precisar para que guíen el inicio de un estudio.

La última pregunta, por ejemplo, habla de "medios de comunicación colectiva", término que implica la radio, la televisión, los periódicos, las publicaciones, el cine, los anuncios publicitarios en exteriores y otros más. Asimismo, se menciona "voto", sin especificar eI tipo ni el contexto y sistema social (si se trata de una votación política de nivel nacional o local, sindical, religiosa, para elegir al representante de una cámara industrial o a otro funcionario). Y aún pensando que fuera el voto para una elección presidencial, la relación expresada no lleva a diseñar actividades pertinentes para desarrollar una investigación, a menos que se piense en "un gran estudio" que analice todas las posibles vinculaciones entre ambos términos (medios de comunicación colectiva y voto). En efecto, como está formulada la pregunta, origina una gran cantidad de dudas como: ¿se investigarán los efectos que la difusión de propaganda a través de dichos medios tiene en la conducta de los votantes?; ¿se analizará el papel de estos medios como agentes de socialización política en cuanto al voto?; ¿se investigará en qué medida se incrementa el número de mensajes políticos en los medios de comunicación masiva durante épocas de elecciones?; ¿acaso se estudiará cómo los resultados de una votación afectan lo que opinan las personas que manejan tales medios? Es decir, no queda claro qué se va a hacer en realidad. Lo mismo ocurre con las otras preguntas, son demasiado generales. En lugar de ellas deben plantearse preguntas mucho más específicas como: ¿el tiempo que un matrimonio dedica diaria­mente a platicar sobre su relación tiene que ver con cuánto tiende a perdurar ésta?, ¿cómo están vinculadas la satisfacción laboral y la variedad en el trabajo en la gestión gerencial en grandes empresas industriales en Venezuela?, ¿las comedias televisivas norteamericanas traducidas al español contienen mayor cantidad de sexo que las comedias televisivas mexicanas?, ¿conforme se desarrollan las psicoterapias aumen­tan o declinan las expresiones verbales de discusión y exploración de planes futuros personales que manifiestan los pacientes?; ¿existe alguna relación entre el nivel jerár­quico y la motivación intrínseca en el trabajo, en las empresas gubernamentales de Buenos Aires?, ¿cuál es el promedio de horas diarias de televisión que ven los niños colombianos de áreas urbanas?, ¿la exposición por parte de los votantes a los debates en televisión de candidatos a la Presidencia de Brasil está correlacionada con la decisión de votar o abstenerse?

Las preguntas pueden ser más o menos generales como se mencionó anteriormente, pero en la mayoría de los casos es mejor que sean más precisas. Desde luego, hay macroestudios que investigan muchas dimensiones de un problema y que -inicialmente- pueden plantear preguntas más generales. Sin embargo, casi todos los estudios (particularmente las tesis) tratan de cuestiones más específicas y limitadas.

Asimismo, como sugiere Rojas (1981), es necesario establecer los límites temporales y espaciales del estudio y esbozar un perfil de las unidades de observación (personas, periódicos, viviendas, escuelas, etc.), perfil que aunque es tentativo resulta muy útil para tener una idea más clara del tipo de investigación que habrá de Ilevarse a cabo. Desde luego, es muy difícil que todos estos aspectos sean incluidos en la pregunta o preguntas de investigación, pero pueden plantearse una o varias preguntas y acompañarlas de una breve explicación del tiempo, lugar y unidades de observación del estudio.

EJEMPLO

Un asesor en cuestiones de organización puede decidir Ilevar a cabo un estudio sobre los medios de comunicación que utilizan los altos ejecutivos y plantear las siguientes preguntas de investigación: ¿cuáles son los medios de comunicación que utilizan con mayor frecuencia los niveles gerenciales o similares en su trabajo?, ¿qué tipo de información se transmite a través de dichos medios?, ¿con qué propósitos se usa cada método? En estas preguntas no se han especificado diversas cuestiones que es necesario aclarar mediante una breve explicación. En el ejemplo, esta podría ser la siguiente: la investigación incluirá las siguien­tes formas de comunicación en las organizaciones: la interacción diádica ‘cara a cara’, las reuniones en grupos pequeños, el teléfono, la comunicación a través de terceras personas, la correspondencia (cartas, memoranda, avisos, notas, oficios), las reuniones en grandes grupos, los tableros de aviso, las terminales de computadora, el boletín y otras publicaciones de la empresa, y las grabacio­nes. Se abarcarán solamente los tres niveles jerárquicos más altos de las empresas que cuenten con más de mil trabajadores del área metropolitana de la ciudad de Bogotá"'.

UN EJEMPLO ADICIONAL

En el ejemplo que se ha venido desarrollando sobre el noviazgo, las preguntas de investigación podrían ser: ¿la atracción física, la confianza, la proximidad física, el reforzamiento de la autoestima y la similitud ejercen una influencia significativa sobre la evaluación que hacen los novios de su relación, el interés mostrado por ésta y la disposición de continuar la relación?; ¿cuál de estos factores ejerce mayor influencia sobre la evaluación de la relación, el interés mostrado por ésta y la disposición de continuar la relación?; ¿están vinculadas entre sí la atracción física, la confianza, la proximidad física, el reforzamiento de la autoestima y la similitud?; ¿existe alguna diferencia entre los hombres y las mujeres con respecto al peso que le asignan a cada factor en la evaluación de la relación, el interés mostrado por ésta y la disposición de continuar la relación?; y ¿la edad está relacionada con el peso asignado a cada factor con respecto a la evaluación de la relación, el interés mostrado por ésta y la disposición a continuar la relación? Ahora bien, con una simple ojeada al tema nos daríamos cuenta de que se pretende abarcar demasiado en el problema de investigación a menos que se cuente con muchos recursos y tiempo, se tendría que limitar el estudio, por ejemplo a la similitud. Entonces se podría preguntar: ¿la similitud ejerce alguna influencia significativa sobre la elección de la pareja en el noviazgo y la satisfacción dentro de él?

Al igual que en el caso de los objetivos, durante el desarrollo de la investigación pueden modificarse las preguntas originales o agregarse otras nuevas; y como se ha venido sugiriendo, la mayoría de los estudios plantean más de una pregunta ya que de este modo se pueden cubrir diversos aspectos del problema a investigar.

2.2.3. Justificación de la investigación

Además de los objetivos y las preguntas de investigación es necesario justificar las razones que motivan el estudio. La mayoría de las investigaciones se efectúan con un propósito definido, no se hacen simplemente por capricho de una persona; y ese pro­pósito debe ser lo suficientemente fuerte para que se justifique la realización. Además, en muchos casos se tiene que explicar -ante una o varias personas- por qué es conveniente Ilevar a cabo la investigación y cuáles son los beneficios que se derivarán de ella. El pasante deberá explicar a un comité escolar el valor de la tesis que piensa realizar, el investigador universitario hará lo mismo con el grupo de personas que en su institución aprueba proyectos de investigación e incluso con sus colegas, el asesor tendrá que explicar a su cliente las recompensas que se obtendrán de un estudio determinado, igualmente el subordinado que propone una investigación a su superior deberá dar razones de la utilidad de ésta. Lo mismo ocurre en casi todos los casos.

Criterios para evaluar el valor potencial de una investigación

Desde luego, una investigación puede ser conveniente por diversos motivos: tal vez ayude a resolver un problema social o a construir una nueva teoría. Lo que algunos consideran que es relevante y debe ser investigado, para otros no lo es. Llega a diferir la opinión de las personas a este respecto. Sin embargo, se puede establecer una serie de criterios para evaluar la utilidad de un estudio propuesto, criterios que evidente­mente son flexibles y de ninguna manera son exhaustivos. A continuación se dan algunos de estos criterios formulados como preguntas, los cuales fueron adaptados de Ackoff (1953) y Miller (1977). Y podemos decir que, cuanto mayor número de respuestas se contesten positiva y satisfactoriamente, la investigación tendrá bases más sólidas para justificar su realización.

1) Conveniencia

¿Qué tan conveniente es la investigación?, esto es, ¿para qué sirve?

2) Relevancia social

¿Cuál es su relevancia para la sociedad?, ¿quiénes se beneficiarán con los resultados de la investigación?, ¿de qué modo? En resumen, ¿qué proyección social tiene?

3) Implicaciones prácticas

¿Ayudará a resolver algún problema práctico?, ¿tiene implicaciones trascendentales para una amplia gama de problemas prácticos?

4) Valor teórico

Con la investigación, ¿se logrará Ilenar algún hueco de conocimiento?, ¿se podrán generalizar los resultados a principios más amplios?, ¿la información que se obtenga puede servir para comentar, desarrollar o apoyar una teoría?, ¿se podrá conocer en mayor medida el comportamiento de una o diversas variables o la relación entre ellas?, ¿ofrece la posibilidad de una exploración fructífera de algún fenómeno?, ¿qué se espera saber con los resultados que no se conociera antes?, ¿puede sugerir ideas, recomendaciones o hipótesis a futuros estudios?

5) Utilidad metodológica

La investigación, ¿puede ayudar a crear un nuevo instrumento para recolectar y/o analizar datos?, ¿ayuda a la definición de un concepto, variable o relación entre variables?, ¿pueden lograrse con ella mejoras de la forma de experimentar con una o más variables?, ¿sugiere cómo estudiar más adecuadamente una población?

Desde luego, es muy difícil que una investigación pueda responder positivamente a todas estas interrogantes; algunas veces incluso, sólo puede cumplir un criterio.

2.2.4. Viabilidad de la investigación

Además de los tres elementos que conforman propiamente el planteamiento del problema es necesario considerar otro aspecto importante: la viabilidad o factibilidad misma del estudio; para ello debemos tomar en cuenta la disponibilidad de recursos financieros, humanos y materiales que determinarán en última instancia los alcances de la investigación (Rojas, 1981). Es decir, debemos preguntamos realistamente: ¿puede llevarse a cabo esta investigación? y ¿cuánto tiempo tomará realizarla? Estos cuestionamientos son particularmente importantes cuando se sabe de antemano que se dispondrá de pocos recursos para efectuar la investigación.

UN EJEMPLO DE IMPOSIBILIDAD

Un caso ilustrativo de este hecho ocurrió hace algunos años, cuando un grupo de estudiantes de Ciencias de la Comunicación decidió hacer su tesis de licenciatura sobre el impacto social que podría tener el introducir la televisión en una comunidad donde no existía. El estudio buscaba -entre otras cosas- analizar si los patrones de consumo cambiaban, las relaciones interpersonales se modificaban y las actitudes y valores centrales de los habitantes (religión, actitudes hacia el matrimonio, la familia, la planificación familiar, el trabajo) se transformaban con la introducción de la televisión. la investigación resultaba interesante porque había pocos estudios similares y éste aportaría información útil para el análisis de los efectos de este medio, la difusión de innovaciones y otras muchas áreas de conocimiento. Sin embargo, el costo de la investigación era muy elevado (había que adquirir muchos televisores y obsequiarlos a los habitantes o rentarlos, hacer Ilegar a la comunidad las transmisiones, contratar a bastante personal, realizar considerables erogaciones en viáticos, etc.), y superaba -por mucho- las posibilidades económicas de los estudiantes, aún cuando consiguieran financiamiento de algún organismo internacional y/o de una fundación. Además, Ilevaría bastante tiempo realizarlo (cerca de tres años), tomando en cuenta que se trataba de una tesis. Posiblemente para un investigador especializado en el área, este tiempo no resultaría un obstáculo. La cuestión "tiempo" varía en cada investigación; a veces se requieren los datos en el corto plazo, mientras que en otras ocasiones el tiempo no es un factor importante (hay estudios que duran varios años porque su naturaleza así lo exige).

2.2.5. Consecuencias de la investigación

Por otra parte, si bien no para fines científicos, es necesario que el investigador se cuestione acerca de las consecuencias de su estudio. En el ejemplo anterior, suponiendo que la investigación se hubiera Ilevado a cabo, hubiera sido relevante preguntarse antes de realizarla: ¿cómo se van a ver afectados los habitantes de esa comunidad? Imaginemos que se piensa realizar un estudio sobre el efecto de una droga muy fuerte -cuyas consecuencias para el organismo se desconocen- que se usa en el tratamiento de alguna clase de esquizofrenia. Cabría reflexionar sobre la conveniencia de efectuar o no la investigación (en aras del conocimiento... ¿hasta dónde un investigador puede llegar?). Y este aspecto no contradice lo postulado sobre el hecho de que la investigación científica no estudia aspectos morales ni hace juicios de este tipo. No los hace, pero ello no implica que un investigador decida no realizar un estudio porque puede tener efectos perjudiciales para otros seres humanos. Aquí se está hablando de suspender una investigación por cuestiones de ética personal y no llevar a cabo un estudio sobre aspectos éticos o estéticos. La decisión de hacer o no una investigación por las consecuencias que ésta pueda tener es una decisión personal de quien la concibe. Desde el punto de vista de los autores, también es un aspecto del plantea­miento del problema que debe ventilarse, y la responsabilidad es algo muy digno de tomarse en cuenta siempre que se va a realizar un estudio.

RESUMEN

Plantear el problema de investigación es atinar y estructurar más formalmente la idea de investigación, desarrollando tres elementos: objetivos de investigación, preguntas de investigación y justificación de ésta. Los tres elementos deben ser capaces de guiar a una investigación concreta y con posibilidad de prueba empírica.

Los objetivos y preguntas de investigación deben ser congruentes entre sí e ir en la misma dirección.

Los objetivos establecen qué pretende la investigación, las preguntas nos dicen qué respuestas deben encontrarse mediante la investigación y la justificación nos indica por qué debe hacerse la investigación.

4. Los criterios principales para evaluar el valor potencial de una investigación son: conveniencia, relevancia social, implicaciones prácticas, valor teórico y utilidad metodológica. Además debe analizarse la viabilidad de la investigación y sus posibles consecuencias.

5. El planteamiento de un problema de investigación científico no puede incluir juicios morales o estéticos. Pero debe cuestionarse si es o no ético Ilevarlo a cabo.

CONCEPTOS BÁSICOS

Planteamiento del problema

Objetivos de investigación

Preguntas de investigación

Justificación de la investigación

Criterios para evaluar una investigación

Viabilidad de la investigación

Consecuencias de la investigación

EJERCICIOS

Vea una película sobre estudiantes (de nivel medio o superior) y su vida cotidiana, deduzca una idea, después consulte algunos libros o artículos que hablen sobre esa idea y finalmente plantee un problema de investigación en torno a dicha idea (objetivos, preguntas y justificación de la investigación).

Seleccione un artículo de una revista científica que contenga los resultados de una investigación y responda las siguientes preguntas: ¿cuáIes son los objetivos de esa investigación?, ¿cuáles las preguntas?, ¿cuál su justificación?

Respecto a la idea que eligió en el capítulo uno, transfórmela en un planteamiento del problema de investigación. Pregúntese: ¿Ios objetivos son claros, precisos y llevarán a la realización de una investigación en la “realidad”?, ¿son ambiguas las preguntas?, ¿que' va a lograrse con este planteamiento?, ¿es posible realizar esta investigación? Además evalúe su planteamiento de acuerdo con los criterios expuestos en este capítulo.

Compare los siguientes objetivos y preguntas de investigación. ¿Cuál de ambos planteamientos es más específico y claro?, ¿cuál piensa que es mejor?

Planteamiento 1

Planteamiento 2

Objetivo: Analizar el efecto de utilizar a un profesor autocrático versus un pro­fesor democrático en el aprendizaje de conceptos matemáticos elementales en niños de escuelas públicas ubica­das en zonas rurales. El estudio se realizaría con niños que asisten a su primer curso de matemáticas.

Objetivo: Analizar las variables que se relacionan con el proceso de enseñan­za-aprendizaje de los niños de edad preescolar.

Planteamiento 1

Planteamiento 2

Pregunta: ¿El estilo de liderazgo (democrático-autocrático) del profesor se encuentra relacionado con el nivel de aprendizaje de conceptos matemáti­cos elementales?

Pregunta: ¿Cuáles son las variables que se relacionan con el proceso de enseñanza-aprendizaje?

¿No piensa que el segundo planteamiento es demasiado global? Y respecto al primero, ¿podría mejorarse? Y si puede mejorarse, ¿de qué manera?

Calificativos que no pueden aceptarse en un planteamiento de un problema de investigación:

Ambiguo Vago

Global Confuso

General Ininteligible

Vasto Incomprensible

Injustificable Desorganizado

Irracional Incoherente

Prejuicioso Inconsistente

¿Qué otros calificativos no puede aceptar un problema de investigación?

BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA

KERLINGER, F.N. (1975). Investigación del comportamiento: técnicas y metodología. México, D.F.: Nueva editorial Interamericana. Capítulo dos (“Problemas e hipótesis"), pp.16-28. Hay nuevas ediciones en español de esta obra clásica de la metodología.

EJEMPLO:

La televisión y el niño

Objetivos:

1. Describir el uso que los niños de la Ciudad de México hacen de los medios de comunicación colectiva.

2. Indagar el tiempo que los niños de la Ciudad de México dedican a ver la televisión.

3. Describir cuáles son los programas preferidos de los niños de la Ciudad de México.

4. Determinar las funciones y gratificaciones de la televisión para el niño de la Ciudad de México.

5. Conocer el tipo de control en el caso de la Ciudad de México que ejercen los padres sobre la actividad de ver televisión de sus hijos.

ó. Analizar que tipos de niños ven más la televisión.

Preguntas de investigación:

¿Cuál es el uso que los niños de la Ciudad de México hacen de los medios de comunicación colectiva?

¿Cuánto tiempo dedican a ver la televisión diferentes tipos de niños?

¿Cuáles son los programas preferidos de dichos niños?

¿Cuáles son las funciones y gratificaciones de la televisión para el niño?

¿Qué tipo de control ejercen los padres sobre sus hijos en relación con la actividad de ver televisión?

Justificación:

Para la mayoría de los niños el ver televisión, dormir e ir a la escuela constituyen sus principales actividades. Asimismo, la televisión es el medio de comunicación preferido por los niños. Se estima que en promedio, el niño ve televisión tres horas diariamente, y se calculó en un reporte de la agenda de investigación Nielsen que, al cumplir los 15 años, un niño ha visto cerca de 15.000 horas de contenidos televisivos. Este hecho ha generado diversos cuestionamientos de padres, maes­tros, investigadores y -en general- de la sociedad sobre la relación niño-televi­sión y los efectos de ésta sobre el infante. Así, se ha considerado trascendente estudiar dicha relación con el propósito de analizar el papel que en la vida del niño desempeña un agente de socialización tan relevante como la televisión. El estudio planteado ayudará, entre otros aspectos, a conocer la relación niño-televisión, sus implicaciones para el desarrollo del niño y proporcionará información que será útil para padres y maestros sobre cómo manejar de modo más provechoso la relación del niño con la televisión.

Por otra parte, la investigación contribuirá a contrastar con datos de México, los datos sobre usos y gratificaciones de la televisión en el niño encontrados en otros países la investigación es viable, pues se dispone de los recursos necesarios para llevarla a cabo.

LECTURA Nº3.

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.

Hernández,R. Fernández C. Baptista L. (1991)

Ed. Mc Graw Hill

Capítulo 4.

Definición del tipo de investigación a realizar: básicamente exploratoria, descriptiva, correlacional o explicativa

PROCESO DE INVESTIGACIÓN

Cuarto paso

Definir si Ia investigación se inicia como exploratoria, descriptiva, correlacional o explicativa y hasta qué nivel llegará.

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE

Que el alumno:

Conozca los tipos de investigación que pueden realizarse en las ciencias sociales.

Aprenda a visualizar el alcance que pueden tener diferentes planteamientos de problemas de investigación científica.

SÍNTESIS

El capítulo presenta una tipología de investigaciones en ciencias sociales. La tipología se refiere al alcance que puede tener una investigación científica.

La tipología considera cuatro clases de investigaciones: exploratorias, descrip­tivas, correlacionales y explicativas. En el capítulo se discute Ia naturaleza y el propósito de estos tipos de estudio.

4.1. ¿QUÉ TIPOS DE ESTUDIOS HAY EN LA INVESTIGACIÓN DEL COMPORTAMIENTO HUMANO?

Si hemos decidido -una vez realizada Ia revisión de la literatura- que nuestra investigación vale la pena y que debemos realizarla ya sea por razones importantes teóricas y/o prácticas), el siguiente paso consiste en elegir el tipo de estudio que efectuaremos. Los autores clasifican los tipos de investigación en tres: estudios exploratorios, descriptivos y explicativos (por ejemplo, Selltiz, Jahoda, Deutsch y Cook, 1965; y Babbie, 1979). Sin embargo, para evitar algúnas confusiones, en este libro se adoptará la clasificación de Danklie (1986), quien los divide en: exploratorios, descriptivos, correlacionales y explicativos.9 Esta clasificación es muy importante, debido a que segun el tipo de estudio de que se trate varía Ia estrategia de investigación. El diseño, los datos que se recolectan, la manera de obtenerlos, el muestreo y otros componentes del proceso de investigación son distintos en estudios exploratorios, descriptivos, correlacionales y explicativos. En Ia práctica, cualquier estudio puede incluir elementos de más de una de estas cuatro clases de investigación.

Los estudios exploratorios sirven para "preparar el terreno" y ordinariamente anteceden a los otros tres tipos (Dankhe, 1986). Los estudios descriptivos por lo general fundamentan las investigaciones correlacionales, las cuales a su vez proporcionan información para llevar a cabo estudios explicativos que generan un sentido de entendimiento y son altamente estructurados. Las investigaciones que se están realizando en un campo de conocimiento específico pueden incluir los tipos de estudio en las distintas etapas de su desarrollo. Una investigación puede iniciarse como

exploratoria, después ser descriptiva y correlacional, y terminar como explicativa (más adelante se ilustrará este hecho con un ejemplo).

Ahora bien, surge necesariamente la pregunta: ¿de qué depende que nuestro estudio se inicie como exploratorio, descriptivo, correlacional o explicativo? La respuesta no es sencilla, pero diremos que básicamente depende de dos factores: el estado del conocimiento en el tema de investigación que nos revele la revisión de la literatura y el enfoque que el investigador le pretenda dar a su estudio. Pero antes de ahondar en esta respuesta, es necesario hablar de cada tipo de estudio.

4.2. ¿EN QUÉ CONSISTEN LOS ESTUDIOS EXPLORATORIOS?

Los estudios exploratorios se efectúan, normalmente, cuando el objetivo es examinar un tema o problema de investigación poco estudiado o que no ha sido abordado antes. Es decir, cuando Ia revisión de Ia literatura reveló que únicamente hay guías no investigadas e ideas vagamente relacionadas con el problema de estudio. Por ejemplo, si alguien desea investigar lo que opinan los habitantes de algúna ciudad sobre su nuevo alcalde o gobernador y cómo piensa resolver los problemas de ella, revisa Ia literatura y se encuentra con que se han hecho muchos estudios similares pero en otros contextos (otras ciudades del mismo país o del extranjero). Estos estudios le servirán para ver cómo han abordado la situación de investigación y le sugerirán preguntas que puede hacer; sin embargo, el alcalde y la ciudadanía son diferentes, la relación entre ambos es única. Además, los problemas son particulares de esta ciudad. Por lo tanto, su investigación será exploratoria -al menos en sus inicios-. De hecho, si comienza a preguntarle a sus amigos lo que opinan sobre el nuevo alcalde, está comenzando a explorar.

Los estudios exploratorios son como cuando viajamos a un lugar que no conocemos, del cual no hemos visto ningún documental ni leído algún libro (a pesar de que hemos buscado información al respecto), sino simplemente alguien nos ha hecho un breve comentario sobre el lugar. Al Ilegar no sabemos qué atracciones visitar, a qué museos ir, en qué lugares se come sabroso, cómo es Ia gente; desconocemos mucho del sitio. Lo primero que hacemos es explorar: preguntar sobre qué hacer y a dónde ir al taxista o al chofer del autobús que nos llevará al hotel donde nos instalaremos, en la recepción, al camarero del bar del hotel y en fin a cuanta persona veamos amigable. Desde luego, si no buscamos información del lugar y ésta existía (había varias guías turísticas completas e incluso con indicaciones precisas sobre a qué restaurantes, museos y otros atractivos acudir; qué autobuses abordar para ir a un determinado sitio) podemos perder mucho tiempo y gastar dinero innecesariamen­te. Por ejemplo, vemos un espectáculo que nos desagrade y cueste mucho, y perde­mos uno que nos hubiera fascinado y hubiera costado poco (por supuesto, en el caso de Ia investigación científica Ia inadecuada revisión de Ia literatura tiene conse­cuencias más negativas que Ia frustración de gastar en algo que finalmente nos desagradó).

Los estudios exploratorios nos sirven para aumentar el grado de familiaridad con fenómenos relativamente desconocidos, obtener información sobre Ia posibilidad de llevar a cabo una investigación más completa sobre un contexto particular de Ia vida real, investigar problemas del comportamiento humano que consideren cruciales los profesionales de determinada área, identificar conceptos o variables promisorias, establecer prioridades para investigaciones posteriores o sugerir afirmaciones (postulados) verificables (Dankhe, 1986). Esta clase de estudios son comunes en Ia investigación del comportamiento, sobre todo en situaciones donde hay poca información. Tal fue el caso de las primeras investigaciones de Sigmund Freud que surgieron de Ia idea de que los problemas histéricos estaban relacionados con las dificultades sexua­les, los estudios pioneros del SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), los experimentos iniciales de Iván Pavlov sobre los reflejos condicionados e inhibiciones, el análisis de contenido de los primeros videos musicales, las investigaciones de Elton Mayo en Ia planta Hawthorne de la Compañía Western Electric, etc. Todos hechos en distintas épocas y áreas, pero con un común denominador: explorar algo poco investigado o desconocido.

Los estudios exploratorios en pocas ocasiones constituyen un fin en sí mismos, "por lo general determinan tendencias, identifican relaciones potenciales entre varia­bles y establecen el 'tono' de investigaciones posteriores más rigurosas" (Dankhe, 1986, p. 412). Se caracterizan por ser más flexibles en su metodología en comparación con los estudios descriptivos o explicativos, y son más amplios y dispersos que estos otros dos tipos (v.g., buscan observar tantas manifestaciones del fenómeno estudiado como sea posible). Asimismo, implican un mayor "riesgo" y requieren gran paciencia, serenidad y receptividad por parte del investigador.

4.3. ¿EN QUÉ CONSISTEN LOS ESTUDIOS DESCRIPTIVOS?

Propósito

Muy frecuentemente el propósito del investigador es describir situaciones y eventos. Esto es, decir cómo es y se manifiesta determinado fenómeno. Los estudios descrip­tivos buscan especificar las propiedades importantes de personas, grupos, comuni­dades o cualquier otro fenómeno que sea sometido a análisis (Dankhe, 1986). Miden o evalúan diversos aspectos, dimensiones o componentes del fenómeno o fenómenos a investigar. Desde el punto de vista científico, describir es medir. Esto es, en un estudio descriptivo se selecciona una serie de cuestiones y se mide cada una de ellas independientemente, para así -y valga la redundancia describir lo que se investiga.

EJEMPLOS

Un censo nacional de población es un estudio descriptivo; su objetivo es medir una serie de características de un país en determinado momento: aspectos de Ia vivienda (número de cuartos y pisos, si cuenta o no con energía eléctrica y agua entubada, número de paredes, combustible utilizado, tenencia o a quien pertenece Ia vivienda, ubicación de Ia vivienda; información sobre los ocupan­tes), sus bienes, ingreso, alimentación, medios de comunicación de que dis­ponen, edades, sexo, lugar de nacimiento y residencia, lengua, religión, ocupaciones y otras características que se consideren relevantes o de interés para el estudio. En este caso el investigador elige una serie de conceptos a medir que también se denominarán "variables" y que se refieren a conceptos que pueden adquirir diversos valores y medirse, (en el siguiente capítulo se detalla el concepto de variable), los mide y los resultados le sirven para describir el fenómeno de interés.

Otros ejemplos de estudios descriptivos serían: una investigación que determinara en un país cual de los partidos políticos tiene más seguidores, cuantos votos ha con seguido cada uno de estos partidos en las ultimas eleccio­nes nacionales o locales (en estados, provincias o departamentos, y ciudades o poblaciones) y cuál es Ia imagen que posee cada partido ante Ia ciudadanía del país;10 una investigación que nos dijera cuánta satisfacción laboral, motiva­ción intrínseca hacia el trabajo, identificación con los objetivos, políticas y filosofía empresarial, integración respecto a su centro de trabajo, etc., poseen los trabajadores y empleados de una o varias organizaciones; o un estudio que nos indicara -entre otros aspectos- cuántas personas asisten a psicoterapia en una comunidad específica, a qué clase de psicoterapia acuden y si asisten más las mujeres que los hombres a psicoterapia o viceversa. Asimismo, Ia información sobre el número de fumadores en una determinada población, el número de divorcios anuales en una nación, el número de pacientes que atiende un hospital, el índice de productividad de una fábrica, Ia cantidad de contenido de sexo presente en un programa de televisión y Ia actitud de un grupo de jóvenes en particular- hacia el aborto, son ejemplos de información descrip­tiva cuyo propósito es dar un panorama lo más preciso posible del fenómeno al que se hace referencia.

Los estudios descriptivos miden conceptos

Es necesario hacer notar que los estudios descriptivos miden de manera más bien independiente los conceptos o variables con los que tienen que ver. Aunque, desde luego, pueden integrar las mediciones de cada una de dichas variables para decir cómo es y se manifiesta el fenómeno de interés, su objetivo no es indicar cómo se relacionan las variables medidas. Por ejemplo, un investigador organizacional puede pretender describir varias empresas industriales en términos de su complejidad, tecnología, tamaño, centralización y capacidad de innovación. Entonces las mide en dichas variables y así puede describirlas en los términos deseados. A través de sus resultados, describirá qué tan automatizadas están las empresas medidas (tecnología), cuánta es Ia diferenciación horizontal (subdivisión de las tareas), vertical (número de niveles jerárquicos) y espacial (número de centros de trabajo y el número de metas presentes en las empresas, etc.); cuánta libertad en Ia toma de decisiones tienen los distintos niveles y cuántos tienen acceso a Ia toma de decisiones (centralización de las decisiones); y en qué medida pueden innovar o realizar cambios en los métodos de trabajo, maquinaria, etc., (capacidad de innovación). Sin embargo, el investigador no pretende analizar por medio de su estudio si las empresas con tecnología más automatizada son aquellas que tienden a ser las más complejas (relacionar tecnología con complejidad), ni decirnos si Ia capacidad de innovación es mayor en las empresas menos centralizadas (correlacionar capacidad de innovación con centrali­zación).

Lo mismo ocurre con el psicólogo clínico que tiene como objetivo describir la personalidad de un individuo. Se limitará a medirlo en las diferentes dimensiones de Ia personalidad (hipocondria, depresión, histeria, masculinidad-femineidad, intro­versión social, etc.), para así describirla. Desde luego, el psicólogo considera las dimensiones de Ia personalidad para poder describir al individuo, pero no está interesado en analizar si mayor depresión está relacionada con mayor introversión social (en cambio, si pretendiera establecer correlaciones, su estudio sería básicamente correlacional y no descriptivo).

Así como los estudios exploratorios se interesan fundamentalmente en descu­brir, los descriptivos se centran en medir con la mayor precisión posible. Como mencionan Selltiz (1965), en esta clase de estudios el investigador debe ser capaz de definir qué se va a medir y cómo se va a lograr precisión en esa medición. Asimismo, debe ser capaz de especificar quién o quiénes tienen que incluirse en Ia medición. Por ejemplo, si vamos a medir variables en empresas es necesario indicar qué tipos de empresas (industriales, comerciales, de servicios o combinaciones de las tres clases; giros, tamaños, etc.).

La investigación descriptiva, en comparación con Ia naturaleza poco estructu­rada de los estudios exploratorios, requiere considerable conocimiento del área que se investiga para formular las preguntas especificas que busca responder (Dankhe, 1986). La descripción puede ser más o menos profunda, pero en cualquier caso se basa en Ia medición de uno o más atributos del fenómeno descrito.

Los estudios descriptivos: predicciones incipientes

Los estudios descriptivos pueden ofrecer Ia posibilidad de predicciones aunque sean rudimentarias. Por ejemplo, si obtenemos información descriptiva del uso que hace de Ia televisión un grupo característico de niños (digamos de 9 años y que viven en Ia zona metropolitana de Ia Ciudad de México), tal como el hecho de que dedican diariamente -en promedio- 3.30 horas a ver Ia televisión (Fernández-Collado, Baptista y Elkes, 1986) y si nos encontramos con un niño ("Alonso") que vive en dicha ciudad y tiene 9 años, podemos predecir el número de minutos probables que Alonso dedica a ver Ia televisión a diario, utilizando ciertas técnicas estadísticas y sobre Ia base del promedio del grupo de niños al que Alonso pertenece (estas cualidades de Ia información descriptiva serán detalladas en el capítulo "Análisis e interpretación de los datos"). Otro ejemplo sería el de un analista de Ia opinión pública que, basándose en datos descriptivos obtenidos en una encuesta Ilevada a cabo entre todos los sectores de una población de futuros votantes para determinada elección (número de personas que dijeron que habrán de votar por cada uno de los candidatos contendientes), intenta predecir -probabilísticamente- qué candidato triunfará en la elección.

4.4. ¿EN QUÉ CONSISTEN LOS ESTUDIOS CORRELACIONALES?

Los estudios correlacionales pretenden responder a preguntas de investigación tales como: ¿conforme transcurre una psicoterapia orientada hacia el paciente, aumenta Ia autoestima de éste?; ¿a mayor variedad y autonomía en el trabajo corresponde mayor motivación intrínseca respecto a las tareas laborales?; ¿los niños que dedican cotidia­namente más tiempo a ver la televisión tienen un vocabulario más amplio que los niños que ven diariamente menos televisión?; ¿los campesinos que adoptan más rápidamente una innovación poseen mayor inteligencia que los campesinos que la adoptan después?; ¿la lejanía física entre las parejas de novios está relacionada negativamente con la satisfacción en la relación? Es decir, este tipo de estudios tienen como propósito medir el grado de relación que exista entre dos o más conceptos o variables (en un contexto en particular). En ocasiones sólo se analiza Ia relación entre dos variables, lo que podría representarse como X ------ Y; pero frecuentemente se ubican en el estudio relaciones entre tres variables, lo cual se podría representar así:

y también relaciones múltiples, por ejemplo, X - - W. En este último caso se plantean cinco correlaciones (se asocian cinco pares de correlaciones: X con Y, X con Z, Y con Z, Y con W y Z con F. Obsérvese que no se está correlacionando X con F, X con W, Y con F, Z con W, ni W con F).

Los estudios correlacionales miden las dos o más variables que se pretende ver si están o no relacionadas en los mismos sujetos y después se analiza Ia correlación. Por ejemplo, un investigador que desee analizar Ia relación entre Ia motivación laboral y la productividad en un grupo de trabajadores -digamos, de varias empresas industriales con más de 1000 trabajadores de Ia Ciudad de Bogotá, Colombia-, mediría en cada uno de esos trabajadores su motivación y su productividad, y después analizaría si los trabajadores con mayor motivación son o no los más productivos. Es importante recalcar que, en la mayoría de los casos, las mediciones en las variables a correlacionar provienen de los mismos sujetos. No es común que se correlacionen mediciones de una variable hechas en unas personas con mediciones de otra variable realizadas en otras personas.11 Por ejemplo, no sería válido correlacionar mediciones sobre Ia motivación efectuadas a los mencionados trabajadores de Bogotá con medi­ciones sobre Ia productividad hechas a otros trabajadores (de otras empresas o trabajadores argentinos).

Propósito

La utilidad y el propósito principal de los estudios correlacionales son saber cómo se puede comportar un concepto o variable conociendo el comportamiento de otra u otras variables relacionadas. Es decir, para intentar predecir el valor aproximado que tendrá un grupo de individuos en una variable, a partir del valor que tienen en la variable o variables relacionadas. Un ejemplo tal vez simple, pero que ayuda a comprender el propósito predictivo de los estudios correlacionales, sería el correlacionar el tiempo dedicado a estudiar para un examen de estadística con Ia calificación obtenida en él. En este caso se mide en un grupo de estudiantes cuánto dedica cada uno de ellos a estudiar para el examen y también se obtienen sus calificaciones en el examen (mediciones en Ia otra variable); posteriormente se determina si las dos variables están o no correlacionadas y, si lo están, de qué manera. En el caso de que dos variables estén correlacionadas, ello significa que una varía cuando Ia otra también varía (Ia correlación puede ser positiva o negativa). Si es positiva quiere decir que sujetos con altos valores en una variable tenderán a mostrar altos valores en Ia otra variable. Por ejemplo, quienes estudian más tiempo para el examen de estadística tenderán a obtener una más alta calificación en el examen. Si es negativa, significa que sujetos con altos valores en una variable tenderán a mostrar bajos valores en Ia otra variable. Por ejemplo, quienes estudian más tiempo para el examen de estadística tenderán a obtener una calificación más baja en el examen. Si no hay correlación entre las variables, ello nos indica que estas varían sin seguir un patrón sistemático entre sí: habrá sujetos que tengan altos valores en una de las dos variables y bajos en la otra, sujetos que tengan altos valores en una de las variables y valores medios en la otra, sujetos que tengan altos valores en una variable y altos en Ia otra, sujetos con valores bajos en una variable y bajos en Ia otra, y sujetos con valores medios en las dos variables. En el ejemplo mencionado, habrá quienes dediquen mucho tiempo a estudiar para el examen de estadística y obtengan altas calificaciones en él, pero también quienes dediquen mucho tiempo y obtengan bajas calificaciones, quienes dediquen poco tiempo y saquen buenas calificaciones, quienes dediquen poco y les vaya mal en el examen. Si dos variables están correlacionadas y se conoce Ia correlación, se tienen bases para predecir -con mayor o menor exactitud- el valor aproximado que tendrá un grupo de personas en una variable, sabiendo qué valor tienen en la otra variable.

EJEMPLO

Supóngase que, en una investigación con 100 estudiantes del quinto semestre de Ia carrera de Psicología Social de una universidad, se encontrara una relación fuertemente positiva entre el tiempo dedicado a estudiar para un determinado examen de estadística y Ia calificación en dicho examen, y hubiera otros 85 estudiantes del mismo semestre y escuela; ¿qué predicción podríamos hacer con estos otros estudiantes? Sabremos que quienes estudien más tiempo, obtendrán las mejores calificaciones.

Como se sugirió antes, Ia correlación nos indica tendencias (lo que ocurre en Ia mayoría de los casos) más que casos individuales. Por ejemplo, el joven “Gustavo" puede haber estudiado bastantes horas y conseguir una nota baja en su examen, o “Cecilia" puede haber estudiado muy poco tiempo y lograr una calificación alta. Sin embargo, en Ia mayoría de los casos, quienes estudien más tiempo tenderán a obtener una calificación más alta en el examen.

En el capítulo referente al análisis e interpretación de los datos, se profundizará en el tema de Ia correlación e incluso se verán distintas clases de correlación que no se han mencionado aquí (v.g., correlaciones curvilineales); por ahora basta con que se comprenda cuál es el propósito de los estudios correlacionales.

Los estudios correlacionales se distinguen de los descriptivos principalmente en que, mientras estos últimos se centran en medir con precisión las variables individuales (varias de las cuales se pueden medir con independencia en una sola investigación), los estudios correlacidnales evalúan el grado de relación entre dos variables -pudiéndose incluir varios pares de evaluaciones de esta naturaleza en una única investigación (comúnmente se incluye más de una correlación)-. Para comprender mejor esta diferencia tomemos un ejemplo sencillo.

EJEMPLO

Supongamos que un psicoanalista, el doctor Marco Antonio González, tiene como pacientes a un matrimonio y que los cónyuges se Ilaman "Dolores" y “César". Puede hablar de ellos de manera individual e independiente, es decir, comentar cómo es Dolores (físicamente, en cuanto a su personalidad, aficiones, motivaciones, etcétera) y cómo es César; o bien puede hablar de su relación, comentando cómo levan y perciben su matrimonio, cuánto tiempo pasan diariamente juntos, qué actividades realizan juntos y otros aspectos similares. En el primer caso Ia descripción es individual (si Dolores y César fueran las variables, los comentarios del doctor Marco Antonio serían producto de un estudio descriptivo de ambos cónyuges), mientras que en el segundo el enfoque es relacional (el interés primordial es Ia relación matrimonial de Dolores y César).

Desde luego, en un mismo estudio nos puede interesar tanto describir los conceptos y variables de manera individual como Ia relación entre ellas.

Valor

La investigación correlacional tiene, en alguna medida, un valor explicativo aunque parcial. Al saber que dos conceptos o variables están relacionadas se aporta cierta información explicativa. Por ejemplo, si Ia adquisición de vocabulario por parte de un determinado grupo de niños de cierta edad (digamos entre los 3 y los 5 años) se encuentra relacionada con Ia exposición a un programa de televisión educativo, ese hecho puede proporcionar cierto grado de explicación sobre cómo los niños adquieren ciertos conceptos. Igualmente, si Ia similitud en cuanto a valores (religión, sexo, educación, etcétera) por parte de los novios de ciertas comunidades indias guatemaltecas está relacionada con Ia probabilidad de que contraigan matrimonio, esta información nos ayuda a explicar por qué algunas de esas parejas de novios se casan y otras no. Desde luego, Ia explicación es parcial, pues hay otros factores relacionados con la decisión de casarse. Cuanto mayor número de variables sean correlacionadas en el estudio y mayor sea Ia fuerza de las relaciones más completa será Ia explicación. En el ejemplo anterior, si se encuentra que, además de la "similitud", también están relacionadas con Ia decisión de casarse las variables "tiempo de conocerse en Ia comunidad", "vinculación de las familias de los novios , ocupación del novio", "atractivo físico" y "tradicionalismo", el grado de explicación será mayor. Y si agregamos más variables que se relacionan con dicha decisión, Ia explicación se torna más completa.

Riesgo: correlaciones espurias

Ahora bien, puede darse el caso de que dos variables estén aparentemente relacionadas, pero que en realidad no lo estén (lo que se conoce en el lenguaje de Ia investigación como "correlación espuria"). Por ejemplo, supóngase que Ileváramos a cabo una investigación con niños -cuyas edades oscilarán entre los 8 y los 12 años- con el propósito de analizar qué variables se encuentran relacionadas con Ia inteligencia y midiéramos su inteligencia a través de alguna prueba. Nos daríamos cuenta de que se da Ia siguiente tendencia: "a mayor estatura, mayor inteligencia"; es decir, los niños con más estatura tenderían a obtener una calificación más alta en la prueba de inteligencia, con respecto a los niños de menor estatura. Estos resultados no tendrían sentido; no podríamos decir que Ia estatura está correlacionada con Ia inteligencia aunque los resultados del estudio así lo indicaran. Lo que sucede es lo siguiente: Ia maduración está asociada con las respuestas a una prueba de inteligencia, los niños de 12 años (en promedio más altos) han desarrollado mayores habilidades cognitivas para responder a Ia prueba (comprensión, asociación, retención, etc.), que los niños de 11 años y éstos a su vez las han desarrollado en mayor medida que los de 10 años y así sucesivamente hasta Ilegar a los niños de 8 años (en promedio los de menor estatura), quienes poseen menos habilidades que los demás para responder a Ia prueba de inteligencia (incluso si aplicáramos Ia prueba a niños de 5 años no podrían responderla). Estamos ante una correlación espuria cuya "explicación" no sóIo es parcial sino errónea; se requeriría de una investigación a nivel explicativo para saber cómo y por qué las variables están supuestamente relacionadas. EI ejemplo citado resulta obvio, pero en ciertas ocasiones no es tan sencillo detectar cuando una correlación carece de sentido.

4.5. ¿EN QUÉ CONSISTEN LOS ESTUDIOS EXPLICATIVOS?

Los estudios explicativos van más allá de Ia descripción de conceptos o fenómenos o del establecimiento de relaciones entre conceptos; están dirigidos a responder a las causas de los eventos físicos o sociales. Como su nombre lo indica, su interés se centra en explicar por qué ocurre un fenómeno y en qué condiciones se da este, o por qué dos o más variables están relacionadas. Por ejemplo, dar a conocer las intenciones del electorado es una actividad descriptiva (indicar -según una encuesta de opinión antes de que se lleve a cabo la elección- cuántas personas “van" a votar por los candidatos contendientes constituye un estudio descriptivo) y relacionar dichas intenciones con conceptos como edad y sexo de los votantes, magnitud del esfuerzo propagandístico en los medios de comunicación colectiva que realizan los partidos a los que pertenecen los candidatos y los resultados de la elección anterior (estudio correlacional) es diferente de señalar por qué alguna gente habrá de votar por el candidato 1 y otra por los demás candidatos12 (estudio explicativo). Volviendo a hacer una analogía con el ejemplo del psicoanalista y sus pacientes, un estudio explicativo sería similar a que el doctor González hablara del por qué Dolores y César se llevan como lo hacen (no cómo se Ilevan, lo cual correspondía a un nivel correlacional). Suponiendo que su matrimonio lo condujeran "bien" y Ia relación fuera percibida por ambos como satisfactoria, el doctor González nos explicaría por qué ocurre así. Además, nos explicaría por qué realizan ciertas actividades y pasan juntos determinado tiempo.

EJEMPLO DE LAS DIFERENCIAS ENTRE UN ESTUDIO

EXPLICATIVO, UNO DESCRIPTIVO Y UNO CORRELACIONAL

Los estudios explicativos responderían a preguntas tales como: ¿qué efectos tiene que los adolescentes peruanos -que viven en zonas urbanas y cuyo nivel socioeconómico es elevado- se expongan a videos televisivos musicales con alto contenido de sexo?, ¿a qué se deben estos efectos?, ¿qué variables mediatizan los efectos y de qué modo?, ¿por qué prefieren dichos adolescentes ver videos musicales con altos contenidos de sexo respecto a otros tipos de programas y videos musicales?, ¿qué usos dan los adolescentes al contenido sexual de los videos musicales?, ¿qué gratificaciones derivan de exponerse a los contenidos sexuales de los videos musicales?, etc. Un estudio descriptivo solamente respondería a preguntas como ¿cuánto tiempo dedican dichos adoles­centes a ver videos televisivos musicales y especialmente videos con alto conte­nido de sexo?, ¿en qué medida les interesa ver este tipo de videos?, en su jerarquía de preferencias por ciertos contenidos televisivos ¿qué lugar ocupan los videos musicales?, ¿prefieren ver videos musicales con alto, medio, bajo o nulo contenido de sexo?, etc.; y un estudio correlacional contestaría a preguntas como ¿está relacionada Ia exposición a videos musicales con alto contenido de sexo por parte de los mencionados adolescentes con el control que ejercen sus padres sobre Ia elección de programas de aquéllos?, ¿a mayor exposición por parte de los adolescentes a videos musicales con alto contenido sexual, mayor manifestación de estrategias en las relaciones interpersonales heterosexuales para establecer contacto sexual?, ¿a mayor exposición por parte de los adoles­centes a dichos videos, se presenta una actitud más favorable hacia el aborto?, etc.

Grado de estructuración de los estudios explicativos

Las investigaciones explicativas son más estructuradas que las demás clases de estudios y de hecho implican los propósitos de ellas (exploración, descripción y correlación), además de que proporcionan un sentido de entendimiento del fenómeno a que hacen referencia. Para comprender lo anterior tomemos un ejemplo de Reynolds (1971, pp. 7-8), que aunque se refiere a un fenómeno natural es muy útil para comprender lo que significa generar un sentido de entendimiento. Consideremos la siguiente correlación: “si el volumen de un gas es constante, a un incremento en la temperatura le seguirá un incremento en la presión”. Esta afirmación nos dice cómo están relacionadas tres variables: volumen, temperatura y presión del gas; y a través de ella podemos predecir qué ocurre con la presión si se conoce el volumen y la temperatura. Hay además, cierto valor explicativo: ¿por qué aumentó la presión?, pues debido a que la temperatura se incrementó y el volumen del gas se mantuvo constante. Pero se trata de una explicación parcial. Una explicación completa requeriría de otras proposiciones que informaran por qué y cómo están relacionadas esas variables.

EJEMPLOS

“Un incremento de la temperatura aumenta la energía cinética de las moléculas del gas”

“El incremento de la energía cinética causa un aumento en la velocidad del movimiento de las moléculas”.

“Puesto que las moléculas no pueden ir más allá del recipiente con volumen constante, éstas impactan con mayor frecuencia la superficie interior del recipiente. (Debido a que se desplazan más rápido, cubren más distancia y rebotan en el recipiente más frecuentemente)”.

“En la medida en que las moléculas impactan los costados del recipiente con mayor frecuencia, la presión sobre las paredes del recipiente se incrementa”.

Esta explicación, basada en la concepción de un gas como un conjunto de moléculas en constante movimiento, es mucho más completa que la anterior y genera un mayor sentido de entendimiento.

4.6. ¿UNA INVESTIGACIÓN PUEDE INCLUIR ELEMENTOS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE ESTUDIO?

Algunas veces una investigación puede caracterizarse como exploratoria, descriptiva, correlacional o explicativa, pero no situarse únicamente como tal. Esto es, aunque un estudio sea esencialmente exploratorio contendrá elementos descriptivos, o bien un estudio correlacional incluirá elementos descriptivos, y lo mismo ocurre con cada una de las clases de estudios. Asimismo, como se mencionó antes, una investigación puede iniciarse como exploratoria y después llegar a ser correlacional y aún explicativa. Por ejemplo, un investigador puede pensar en un estudio para determinar cuáles son las razones por las que ciertas personas (de un país determinado) evaden los impuestos. Su objetivo es de carácter explicativo. Sin embargo, el investigador al revisar la literatura, no encuentra antecedentes que puedan aplicarse a su contexto (los antecedentes a los que se enfrenta fueron hechos en países muy diferentes desde el punto de vista socioeconómico, la legislación fiscal, la mentalidad de los habitantes, etc.). Entonces comienza a explorar el fenómeno (haciendo algunas entrevistas sobre temas fiscales) y a describirlo (v.g., obtiene datos sobre niveles de evasión de impuestos, motivos más frecuentes de ello, etc.). Posteriormente describe el fenómeno con más exactitud y lo relaciona con diversas variables: correlaciona grado de evasión de impuestos con nivel de ingresos -¿quiénes ganan más evaden más o menos impuestos?-, profesión -¿hay diferencias de grado de evasión de impuestos entre médicos, ingenieros, abogados, comunicólogos, psicólogos, etc.?- y edad -¿a mayor edad mayor o menor grado de evasión de impuestos?-. Finalmente llega a explicar por qué las personas evaden impuestos, quiénes evaden más y a qué se debe (causas de la evasión).

Desde luego, el estudio aunque no puede situarse únicamente en alguno de los tipos citados sino caracterizarse como tal, se inicia como exploratorio, para después ser descriptivo, correlacional y explicativo.

4.7. ¿DE QUÉ DEPENDE QUE UNA INVESTIGACIÓN SE INICIE COMO EXPLORATORIA, DESCRIPTIVA, CORRELACIONAL O EXPLICATIVA?

Tal como se mencionó anteriormente, son dos los factores que influyen en que una investigación se inicie como exploratoria, descriptiva, correlacional o explicativa: el estado del conocimiento en el tema de investigación que nos revele la revisión de la literatura y el enfoque que el investigador pretenda dar a su estudio.

En primer término, la literatura nos puede revelar que no hay antecedentes sobre el tema en cuestión o que no son aplicables al contexto en el cual habrá de desarrollarse el estudio, en cuyo caso la investigación tendrá que iniciarse como exploratoria. Si la literatura nos revela guías aún no estudiadas e ideas vagamente vinculadas con el problema de investigación, la situación es similar (el estudio se iniciará como exploratorio). Por ejemplo, si pretendemos llevar a cabo una investigación sobre el consumo de drogas en determinadas prisiones o cárceles, con el propósito de analizar si hay o no consumo de estupefacientes en esos lugares, y si se da ese consumo, ¿en qué medida se da?, ¿qué tipo de narcóticos se consume?, ¿cuáles más?, ¿a qué se debe ese consumo?, ¿quiénes suministran los estupefacientes?, ¿cómo es que son introducidos en las prisiones?, ¿quiénes intervienen en su distribución?, etc.) Y si nos encontramos con que no existen antecedentes, el estudio se iniciaría como exploratorio.

En segundo término, Ia literatura nos puede revelar que hay piezas y trozos de teoría con apoyo empírico moderado, esto es, estudios descriptivos que han detectado y definido ciertas variables. En estos casos nuestra investigación puede iniciarse como descriptiva (porque hay detectadas ciertas variables en las cuales se puede fundamentar el estudio). Asimismo, se pueden adicionar variables a medir. Por ejemplo, si estamos pensando describir el uso que hace de la televisión un grupo específico de niños, nos encontraremos con investigaciones que nos sugieren variables a medir: tiempo que dedican diariamente a ver Ia televisión, contenidos que ven más, actividades que realizan los niños mientras ven televisión, etc. A ellas podemos agregar otras como control paterno sobre el uso que los niños hacen de Ia televisión; a correlacional (cuando después de un cuidadoso análisis de las variables podemos presuponer unas relaciones entre ellas). Por ejemplo, al leer cuidadosamente los estudios realizados sobre Ia relación niño-televisión, podemos tener una base para hipotetizar una relación entre el tiempo que dedican los niños a ver televisión y el control paterno sobre el uso que hacen aquel los de ésta, y Ilevar a cabo una investigación para aprobar dicha relación y otras más.

En tercer término, Ia literatura nos puede revelar la existencia de una a varias relaciones entre conceptos o variables. En estas situaciones Ia investigación se iniciará como correlacional. Por ejemplo, si queremos analizar Ia relación entre Ia productividad y la satisfacción laboral de ciertos trabajadores de determinadas empresas, y si hay estudios al respecto, Ia investigación podrá iniciarse como correlativa.

En cuarto término, Ia literatura nos puede revelar que existe una o varias teorías que se aplican a nuestro problema de investigación; en estos casos el estudio puede iniciarse como explicativo. Por ejemplo, si pensamos analizar por qué ciertos ejecu­tivos están más motivados intrínsecamente hacia su trabajo que otros, al revisar Ia literatura nos encontraremos con Ia teoría de Ia relación entre las características del trabajo y Ia motivación intrínseca, comentada anteriormente, Ia cual posee evidencia empírica de diversos contextos -incluyendo los latinoamericanos-. Podríamos pensar en Ilevar a cabo un estudio para explicar el fenómeno en nuestro contexto (ciertos ejecutivos de determinadas organizaciones).

Por otra parte, el enfoque que el investigador Ie de a su estudio determina cómo se iniciará éste. Si un investigador piensa en realizar un estudio sobre un tema ya estudiado previamente pero dándole un enfoque diferente, el estudio puede iniciarse como exploratorio. Por ejemplo, el liderazgo ha sido investigado en muy diversos contextos y situaciones (en organizaciones de distintos tamaños y características, con trabajadores de línea, gerentes, supervisores, etc.; en el proceso de enseñanza-aprendizaje; en diversos movimientos sociales de masas y otros muchos contextos). Asi­mismo, las prisiones como forma de organización también han sido estudiadas. Sin embargo, alguien puede pretender Ilevar a cabo una investigación para analizar las características de las líderes en las cárceles o reclusorios de mujeres en Ia Ciudad de México y qué factores hacen que las líderes ejerzan como tales. Su estudio se iniciará como exploratorio suponiendo que no encuentre antecedentes desarrollados sobre los motivos que provocan el fenómeno del liderazgo-.

Igualmente, un investigador puede pretender únicamente indicar cuál es el nivel de motivación intrínseca hacia el trabajo y Ia satisfacción laboral en un determinado grupo de directores de organizaciones industriales; y aunque exista una teoría que explique cómo se relacionan ambos conceptos, el estudio se iniciará -y concluirá- como descriptivo. Si buscara primero describir dichos conceptos y luego relacionarlos, su estudio se iniciaría como descriptivo y posteriormente sería correlativo.

Desde luego, cuantos más antecedentes haya, mayor será la precisión inicial de la investigación. Asimismo, como se ha explicado, el estudio puede iniciarse como exploratorio y terminar siendo explicativo.

4.8. ¿CUÁL DE LOS CUATRO TIPOS DE ESTUDIO ES EL MEJOR?

En algunas ocasiones, los autores de libros han escuchado esta pregunta en boca de estudiantes, y Ia respuesta es muy simple: ninguno, los cuatro tipos de investigación son igualmente válidos e importantes. Todos han contribuido al avance de las diferen­tes ciencias. Cada uno tiene sus objetivos y razón de ser (los cuales se comentaron al hablar de cada clase de estudio). En este sentido, un estudiante no debe preocuparse si su estudio va a ser o iniciarse como exploratorio, descriptivo, correlacional o explicativo; debe preocuparse por hacerlo bien y contribuir al conocimiento de un fenómeno. El que Ia investigación sea de un tipo u otro -o incluya elementos de uno o más de éstos- depende de cómo se plantee el problema de investigación (preguntas y objetivos). La investigación debe hacerse “a la medida" del problema que se formule, es decir, no decimos a priori "voy a llevar a cabo un estudio exploratorio o descripti­vo", sino que primero planteamos el problema y revisamos Ia literatura y, después, analizamos si Ia investigación va a ser de una u otra clase.

RESUMEN

1. Una vez que hemos efectuado Ia revisión de Ia literatura y afinamos el planteamiento del problema, pensamos en qué alcance tendrá nuestra investigación: exploratoria, descriptiva, correlacional y explicativa. Es decir, ¿hasta dónde (en términos de conocimiento) es posible que Ilegue nuestro estudio?

2. Ningún tipo de estudio es superior a los demás, todos son significativos y valiosos. La diferencia para eligir uno u otro tipo de investigación estriba en el grado de desarrollo del conocimiento respecto al tema a estudiar y a los objetivos planteados.

3. Los estudios exploratorios tienen por objeto esencial familiarizarnos con un tópico desconocido o poco estudiado o novedoso. Esta clase de investigaciones sirven para desarrollar métodos a utilizar en estudios más profundos.

4. Los estudios descriptivos sirven para analizar cómo es y se manifiesta un fenómeno y sus componentes (v.g., el nivel de aprovechamiento de un grupo, cuántas personas ven un programa televisivo y por qué lo ven o no, etc.).

5. Los estudios correlacionales pretenden ver cómo se relacionan o vinculan diversos fenómenos entre sí (o si no se relacionan).

6. Los estudios explicativos buscan encontrar las razones o causas que provocan ciertos fenómenos. A nivel cotidiano y personal sería como investigar por qué Brenda gusta tanto de ir a bailar a una “disco" o por qué se incendió un edificio.

7. Una misma investigación puede abarcar fines exploratorios, en su inicio, y terminar siendo descriptiva, correlacional y hasta explicativa: todo según los objetivos del investigador.

CONCEPTOS BÁSICOS

Exploración

Descripción

Correlación

Explicación

Tipo genérico de estudio

EJERCICIOS

1. Plantee una pregunta de investigación sobre un problema de investigación exploratorio, uno descriptivo, uno correlacional y uno explicativo.

2. Las siguientes preguntas de investigación a qué tipo de estudio corresponden (veánse respuestas en el Apéndice 4):

A) ¿A cuánta inseguridad se exponen los habitantes de Ia Ciudad de México?, ¿cuántos asaltos ha habido en promedio diariamente durante los últimos doce meses?, ¿cuántos robos a casa-habitación?, ¿cuántos asesinatos?, ¿cuántos robos a comercios?, ¿cuántos robos de vehículos automotores?, ¿cuántos Iesionados?

B) ¿Los empresarios mexicanos qué opinan de las tasas impositivas hacendarias?

C) ¿EI alcoholismo en las esposas genera mayor número de abandonos y divorcios que el alcoholismo en los maridos? (En los matrimonios de clase alta y origen latinoamericano que viven en Nueva York.)

D) ¿CuáI es Ia razón o cuáles son las razones por las que Ia telenovela "Nosotros" tuvo el mayor teleauditorio en Ia historia de Ia televisión venezolana?

3. Respecto al problema de investigación que planteó en el capítulo tres, ¿a qué tipo de estudio corresponde?

BIBLIOGRAFÍA SUGERIDA

DANKHE, G. L. (1976). Investigación y comunicación, en C. Fernández-Collado y G.L. Dankhe (Eds): "La comunicación humana: ciencia social". México, D.F.: McGraw-Hill de México. Capítulo 13, pp. 385-454.

EJEMPLO:

La televisión y el niño

La investigación se inicia como descriptiva y finalizará como descriptiva/corre­lacional, ya que pretende analizar los usos y gratificaciones de Ia televisión en niños de diferentes niveles socioeconómicos, edades, sexo y otras variables (se relacionarán nivel socioeconómico y uso de Ia televisión, etcétera).


9 En este libro se utilizará el término "estudio explicativo" en lugar de "estudio experimental' (este último es usado por Gordon Dankhe), ya que consideramos que algunas investigaciones no experimentales pueden aportar evidencia para explicar por qué ocurre un fenómeno ("proporcionar un cierto sentido de causalidad"). Si bien es cierto que la mayoría de los estudios explicativos son experimentos, no creernos que deben considerarse como sinónimos ambos términos.

10 Es importante notar que la descripción del estudio puede ser más o menos general o detallada; por ejemplo, podríamos describir la imagen de cada partido político en toda la nación, en cada estado, provincia o departamento; o en cada ciudad o población (y aún en los tres niveles).

11 Más adelante, en el capítulo “Análisis de los datos”, se comentarán algunos casos en donde se plantean correlaciones entre variables.

12 Tal y como se mencionó, cuando relacionamos diversas variables o conceptos y éstos se encuentran vinculados entre sí (no únicamente dos o tres sino la mayoría de ellos, la estructura de variables presenta correlaciones considerables) y además el investigador conoce muy bien el fenómeno de estudio; puede alcanzarse un cierto nivel de explicación. Por ahora y debido a la complejidad del tema, no se ha profundizado en algunas consideraciones sobre la explicación y la causalidad que más adelante se discutirán.