martes, 15 de abril de 2008

INVESTIGACIÓN (3) Técnicas de trabajo intelectual

II Técnicas de trabajo intelectual

“Las tareas del investigador son tomar conocimientos de problemas que otros puedan haber pasado por alto; insertarlos en un cuerpo de conocimientos de problemas que otros pueden haber pasado por alto; insertarlo en un cuerpo de conocimiento e intentar resolverlos con el máximo de rigor y primariamente para enriquecer nuestro conocimiento. Según eso, el investigador es un problematizador por excellence”.

Mario Bunge

2.1. Introducción

A lo largo de este manual los lectores se encontrarán en reiteradas ocasiones con ciertos conceptos ya familiares o cotidianos al quehacer intelectual. Nos referimos con esto a nociones como las de concepto, términos, enunciados, análisis y síntesis, entre otras, las cuales son propias a todas y a ninguna de las ciencias en cuanto constituyen las operaciones básicas de todo razonamiento. El uso cotidiano y frecuente de estas nociones nos permite tener una comprensión inmediata, pero vaga, de cada uno de ellas, razón por lo cual hemos estimado necesario explicar esta terminología, si bien de manera sucinta y muy a grandes rasgos, o sea, sin hacer referencia a su uso o significación particular en el marco de alguna ciencia específica. No esperamos en ningún caso efectuar un inventario completo o crítica de la razón con ello, sino que los lectores puedan apropiarse en un grado mayor del instrumental intelectivo con que están equipados al reconocer las operaciones que efectúan inconscientemente cada vez que se someten tanto a los rigores del trabajo intelectual como a la reflexión cotidiana.

2.2. La ciencia. Su razón de ser, carácter, contenido e importancia

En sentido lato, o en su acepción más original, quien habla de ciencia se refiere, en general, a toda clase de conocimiento; sin embargo, en el sentido más estricto acuñado a partir de los tiempos modernos, se refiere a un conjunto de conocimientos sobre nuestra realidad empírica observable, los cuales se consiguen mediante la consecución de un método denominado científico. Los elementos que configuran la naturaleza propia del conocimiento científico, son: a) un contenido, el cual está constituido exclusivamente por un conjunto de conocimientos acerca de la realidad que aparece expresado en forma de términos y enunciados interrelacionados entre sí. (Este contenido, si bien está referido a la realidad empírica, está configurado no por hechos, sino por ideas. Y es que la ciencia pertenece esencialmente al ámbito teórico, si bien los conocimientos que produce nos permiten predecir e intervenir en la esfera de los hechos); b) un campo de actuación, que comprende los fenómenos observables mediante el concurso de nuestros sentidos; c) un procedimiento que la distingue de cualquier otro modo de conocimiento.

Los objetivos de la ciencia, o del conocimiento científico, en relación a su campo son: analizar, explicar, prever o predecir y actuar. Los dos primeros son los objetivos básicos o estrictamente “científicos” de la ciencia; los dos últimos son objetivos derivados de la consecución de los dos primeros, y son, por así decirlo, aplicaciones; pero en rigor, la tarea científica propiamente tal se agota en sus fases teóricas o intelectuales. Y es que la ciencia es una labor conceptualizadora de la realidad observable, cuya finalidad es descubrir la existencia de variables y probar ciertas identidades o patrones comunes en el modo en que se interrelacionan.

2.3. Proceso de formalización del discurso científico. Términos, conceptos y enunciados.

Como ya hemos señalado la ciencia trata con conceptos o ideas. Un concepto es el resultado inmediato y primigenio de la actividad cognitiva; son, por ello, las estructuras más básicas y su función consiste meramente en significar una realidad, apuntarla, sin afirmar nada de ella. Por ejemplo, el concepto “mesa” representa el significado o sentido de mesa, pero no nos dice nada más de ella; de hecho, ni siquiera implica la necesidad de su existencia. Las formas (generalmente) lingüísticas por medio de las cuales los conceptos son expresados, por ejemplo, la palabra “mesa” reciben el nombre de términos. No hay plena concordancia entre uno y otro, puesto que es perfectamente factible servirse de varios términos diferentes para designar un solo concepto y viceversa.

Sin embargo, el acto central en el proceso cognitivo no se reduce a la elaboración de conceptos aislados, sino a la formación de juicios o proposiciones (la mayor parte de los lógicos modernos consideran, en oposición a la lógica aristotélica clásica, que la actividad primigenia de la razón es el juicio, y que los conceptos por tanto se obtienen al desmembrar el enunciado copulativo), esto es: enlazar y vincular conceptos en la clásica forma “A” es “B”, en los cuales el predicado “B”, afirma o niega algo del sujeto “A” mediante la participación de una cópula (es). Ejemplo, “la materia es informe”. Los postulados de toda ciencia, no son otra cosa que un conjunto sistemático de estas proposiciones interrelacionadas lógicamente entre sí.

2.4. La abstracción

No todos los términos nos hacen conocer algo en un mismo grado. Esta gradación del conocimiento depende de dos elementos fundamentalmente: su intención y extensión. La intención significa el contenido del término, la cantidad y calidad de notas que éste nos revela del objeto en cuestión. La extensión, en cambio, es el conjunto de sujetos a los cuales es aplicable el término y, por lo tanto, el concepto en cuestión. La mayor o menor intensión y extensión de los términos determina su grado de abstracción o concreción, es decir de distancia o lejanía de la realidad. Entre la intención y extensión de un término hay una proporcionalidad inversa, puesto que, a mayor extensión, menor intención, y viceversa. Por ejemplo, sean los términos: “ser vivo”, “animal” y “reptil”. El término ser vivo, claramente es aplicable a un número mayor de sujetos que los dos siguientes, puesto que incluye no sólo a los animales, sino también a los vegetales; lo mismo se puede decir de “animal” respecto de “reptil”, puesto que incluye a las aves, mamíferos, y peces. Pero a la inversa, “ser vivo” es un concepto más vago, menos definido, más pobre en especificaciones o propiedades. ¿Qué puedo decir de un ser vivo sino que “es algo que tiene vida”?; de un animal, en cambio, no sólo puedo predicar que es algo que tiene vida, sino también que posee la facultad de moverse de un lugar a otro por su propia voluntad, y de un reptil, a su vez, puedo añadir, a fin de diferenciarlo de otros animales, la peculiaridad de poseer sangre fría. Cada uno de ellos posee un grado de abstracción menor al anterior, y este grado de abstracción determina cuánto puedo yo conocer sobre mi unidad de observación. La labor científica, y el pensamiento en general, no sólo exige, sino que conlleva implícitamente el ejercicio de la abstracción en cualquiera de sus grados. No piensa en lo mismo un científico al contemplar las estrellas que un viajero del desierto; para el primero son grandes masas incandescentes compuestas por gases en cuyo estudio late la posibilidad de desentrañar los misterios del origen del universo; para el segundo, son marcas en el camino que lo guían de vuelta a casa. Abstraer es olvidar intencionadamente la infinita riqueza de determinaciones que cada cosa posee y que nuestra memoria celosamente colecciona para fijar nuestra atención sólo en el fenómeno que hemos constituido como nuestro objeto de estudio. En general, abstraer no es otra cosa que separar por medio de una operación intelectual las cualidades de un objeto para considerarlas aisladamente o para considerar el mismo objeto en su pura esencia o noción.

2.5. La definición

Una definición es un enunciado que establece el significado de una expresión. Mediante ella se elige la noción que se estime más adecuada a los fines pretendidos, y se precisa el sentido único en que se han de tomar los términos cada vez que estos aparezcan e intervengan en la investigación, a la vez que se hace factible la posibilidad de la exacta comprensión del sentido y alcance de la investigación a otros especialistas y público en general.

Recibe este nombre, porque de algún modo, en virtud de ella se establecen los límites o fines del contenido del concepto a definir. La definición previa de los términos conceptuales es una necesidad básica en toda investigación científica. De hecho, toda definición se realiza refiriendo el término definido (definiendum) a otros términos (definiens) ya disponibles. En cuanto actividad del pensamiento, está en relación con el ejercicio de la abstracción, puesto que su resultado no es sino la formación de conceptos que representan el conjunto de notas y rasgos abstraídos.

Se pueden mencionar cuatro tipos de definiciones:

a) Reales: Son las que pretenden exponer la naturaleza o la esencia de una cosa mediante la formulación de su género próximo y su diferencia específica. Ej: el hombre es un animal racional.

b) Nominal: No pretende decir lo que sea algo en sí, sino tan sólo establecer la significación del término o palabra definida, esto es: fijar el sentido en que éste se va a entender.

c) Ostensiva: Es la que se realiza mostrando un individuo perteneciente a la clase de lo a definir.

d) Operativas: De suma importancia en las Ciencias Sociales, son definiciones que enuncian efectivamente los procedimientos empleados en la medición. Ejemplo: la definición operativa “longitud”, indicará cómo debe medirse el largo de un cuerpo.

2.6. La relación

El objetivo de la ciencia no es en ningún caso la formación de enunciados o conceptos aislados, ni tampoco su mera definición. La finalidad del trabajo científico es probar la veracidad de las relaciones existentes entre sus enunciados. La relación es una función intelectual que permite interrelacionar los conceptos, y es en virtud de ella que el hombre de ciencia llega a estructurar lo que se llama una teoría.

2.7. La clasificación

La clasificación, en tanto actividad racional, se puede definir como la división en clases de un conjunto compuesto heterogéneamente mediante la separación de todo lo distinto y la agrupación de lo semejante. La clasificación comprende tres operaciones básicas:

a) La división o descomposición racional de un todo real o ideal en sus o partes

b) La distinción, como conocimiento de la diversidad de los seres en algún o algunos aspectos

c) La agrupación de cosas diversas fundada en su(s) aspecto(s) semejante(s).

De acuerdo con esto, la clasificación se configura mediante el concurso de los siguientes elementos: un todo o conjunto indistinto; los elementos individuales que conforman dicho conjunto sin reparar aún en sus semejanzas o desemejanzas; y un fundamento de la clasificación, es decir, los criterios, aspectos, variables y dimensiones que dan la pauta para la clasificación.

Las reglas principales que todo investigador debe observar celosamente para llevar a cabo con éxito el proceso de clasificación son: debe ser completa y exhaustiva de modo que no deje afuera a ningún individuo del conjunto; las clases o categorías que se formen deben ser excluyentes e irreductibles entre sí, de modo que un mismo individuo no pueda pertenecer a dos clases distintas respecto de un mismo aspecto; y el criterio de clasificación debe ser único.

La clasificación tiene una importancia fundamental en la investigación científica; de hecho, está inserta en su médula, puesto que clasificar implica la ordenación de la realidad y establecer un orden en ella; es establecer un orden en el caos de los datos, y este es precisamente uno de los roles fundamentales de la ciencia.

2.8. La comparación

Actividad racional que pone en correspondencia las similitudes o disimilitudes de distintas ideas o conceptos. Está estrechamente vinculada con la clasificación, puesto que es la base de la distinción y agrupación de elementos. La comparación se funda en el presupuesto de que las cosas son en parte distintas y en parte semejantes, puesto que de ser uniformes no se podría o no tendría sentido establecer correspondencia entre ellas. Los elementos que no pueden faltar en el proceso de comparación son: las realidades que se comparan, de entre las cuales una cumple el rol de patrón o punto de referencia para las demás; el fundamento o criterio de la comparación; y la misma actividad de la razón de poner en correspondencia unas realidades con otra a fin de ver sus semejanzas o desemejanzas. Este contraste es el primer peldaño en el proceso de medida o distinción de realidades diferentes.

2.9. El análisis y la síntesis

El análisis y la síntesis son dos funciones básicas de la razón, opuestas, a la vez que complementarias. Etimológicamente aná-lisis significa “di-solución”, “descomposición”. Es un método que nos permite descomponer mentalmente un todo en sus partes (ya sea real o lógico), en virtud del cual nos es posible tener un conocimiento más explícito de las mismas. En relación a conceptos, analizar es descomponer la totalidad en los contenidos parciales que lo estructuran; así por ejemplo, cuando yo digo “el cuadrado posee cuatro ángulos rectos” emito un juicio analítico, es decir, no hago sino poner por separado lo que va esencialmente junto: la idea de cuadrado entraña la de poseer cuatro ángulos rectos, y al emitir ese juicio no agrego nada al concepto de cuadrado, sino más bien separo una de sus notas esenciales. En esto último queda en evidencia por qué el análisis y la síntesis, a la cual nos referiremos más abajo, son actividades complementarias: no se puede dividir sino lo que ya de algún modo estaba junto, y viceversa.

Síntesis proviene del griego “syn-thesis”, que significa “composición”. Es la unión de varios contenidos cognoscitivos diversos en un producto totalizador de conocimiento, o sea, describe la función inversa que el análisis. Así por ejemplo, cuando yo digo “la mesa es azul”, emito un juicio sintético, puesto que “azul” no es un rasgo que necesariamente pertenezca al concepto de mesa como una de sus notas esenciales, ya que ésta podría ser amarilla o roja sin dejar de ser por ello una mesa. En el ejemplo que vimos más arriba, resulta claro que no se puede ser un cuadrado y no poseer cuatro ángulos rectos; el azul de la mesa, en cambio, es un dato que se agrega al concepto de mesa, y su composición da lugar al nacimiento del concepto de “mesa azul”. Otro ejemplo de síntesis, aunque las más de las veces sea inconsciente, es la intuición sensorial, donde el producto que nosotros percibimos como un todo, en verdad es una reunión de los contenidos sensoriales actuales que nos reportan nuestros sentidos, complementada por la intuición del espacio, del tiempo, las memorias de contenidos perceptivos anteriores, la imaginación, etc.

Como método, consiste en la reunión consciente de productos mentales en unidades superiores.

10. La inferencia inductiva y deductiva

La inferencia es la actividad de la razón que consiste en pasar de determinados enunciados a otros mediante la derivación de estos a partir de aquellos. Este paso y derivación de unos enunciados a otros es la impronta que distingue a la inferencia de cualquier otra operación o función mental, las cuales se fundan preferentemente en la experiencia. Hay dos modos ya clásicos de inferir o sacar deducciones:

a) La inducción: Mientras la deducción concluye lo particular a partir de lo universal, o de la esencia de un objeto sus propiedades necesarias, la inducción intenta obtener de los casos particulares observados una ley general válida también para los no observados. En la inducción el movimiento de la razón es ascendente: a partir de enunciados más cercanos a la experiencia se eleva a enunciados más abstractos y generales. Al dominio de la inducción pertenecen, las leyes de las ciencias naturales y de la sicología empírica. La llamada inducción completa, consistente en la observación de todos los casos particulares, no es un raciocinio, sino una enumeración. En cambio, la inducción matemática, es decir, la conclusión de que una cierta fórmula, válida para n vale asimismo vale n+1, se demuestra partiendo de la índole de la fórmula con el mismo rigor deductivo con que se prueba que vale para un número determinado; en realidad es, por lo tanto, una deducción. La verdadera inducción es la inducción incompleta que de un número relativamente corto de casos observados saca una conclusión respecto a todos los casos semejantes.

b) La deducción: Raciocinio que pasa de lo universal a lo menos universal, a lo particular, o, en el caso límite, de lo universal a lo igualmente universal. Aquí el movimiento de la razón es descendente: fundándose en enunciados más abstractos y generales, infiere conclusiones más cercanas a la realidad concreta.

Cabe señalar, que el método científico es a la vez inductivo y deductivo, es inductivo en cuanto procede mediante la clasificación sistemática de los datos obtenidos mediante la observación, con el fin de determinar las uniformidades o regularidades; sin embargo, el relacionar estos datos, establecer conceptos y enunciados con base en ellos, y sacar conclusiones de todo género es en gran parte obra de la deducción.

2.1.1. La explicación

Significa, en general, reducción de lo desconocido a lo conocido. Se explica un concepto indicando las notas particulares, ya supuestas, de que consta. Su etimología da cuenta de ello, puesto que ex-plicar significa “des-plegar”. En las lenguas modernas, aunque ha conservado su acepción original, se habla de la explicación de palabras y conceptos como de un sinónimo de la definición. Explicar un objeto es reducirlo a sus elementos, sus causas necesarias o, considerado como caso particular a una ley general.

De todos modos, en todas las acepciones que cobra, es evidente como el término explicación conserva los caracteres fundamentales de referirse al conocimiento y desplegar racionalmente el sentido o los aspectos de algo, o hacer explícito lo que comprende o fundamenta algo. En resumen, es un instrumento que nos ayuda a conocer mejor.

La filosofía de la ciencia ha desarrollado una teoría de la misma, que expondremos a continuación en palabras de R. S. Rudner: “hablando en términos generales, una explicación es una respuesta a la pregunta ¿por qué?, entendida en el sentido no de ¿por qué motivo?, sino en el de ¿cómo ocurrió?, ¿qué tipo de cosas lo produjo?, o ¿según qué tipo de regularidades ocurrió este fenómeno? Científicamente, establecer la causa de un fenómeno es hallar la regla general a que se debe su razón de ser y de la que el fenómeno en cuestión es un caso particular. En este sentido, la explicación es una operación lógica en la que se obtiene como conclusión el fenómeno de que se trata por deducción de determinadas premisas.

Se suelen distinguir cuatro tipos de explicación:

-Deductiva: El esquema general básico de la explicación deductiva comprende una garantía, G, que es la regla general que se utiliza en la explicación; datos, D, o circunstancias de hecho relativas al caso considerado y una conclusión, C, que engloba el caso considerado en la reglas general.

- Probabilística: En las ciencias en general y sobre todo en las ciencias sociales, muchos de los fenómenos explicados no están contenidos necesariamente en la garantía, en la regla general, si no sólo probablemente, por eso, las explicaciones en estos casos se llaman explicaciones probabilísticas.

En este caso, la conclusión está afectada en el esquema de la explicación por un cualificador modal M, que fundamente la posibilidad que en el caso examinado sea una excepción de la regla general y la conclusión por tanto no sea cierta respecto del mismo.

- Teleológicas, funcionales o finalísticas: Son las que explican un acontecimiento factor o fenómeno por las acciones que realiza en un todo para mantener su funcionamiento o por la finalidad que se pretende con una acción determinada. La explicación teleológica es del tipo siguiente:

La función P, en un sistema S, con una organización H, es la de permitir, en las circunstancia C, la actividad A.

- Genéticas: Consisten en establecer que un fenómeno es una consecuencia de un proceso o de una serie de acontecimientos previos. Su esquema sería el siguiente:

2. 12. Sugerencias bibliográficas

Ander-Egg, Ezequiel. Técnicas de investigación social. .Ed. Lumen: Buenos Aires, 1995.

Brugger, Walter. Diccionario de Filosofía, Ed. Herder: Barcelona, 1988.

Copi. Irving. “Introducción a la lógica” Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA). Buenos Aires. 1990.

Goode, William J. y. Hatt, Paul K: “Métodos de Investigación Social. Ed. Trillas: México D.F. , 1970

Holzmann, Guillermo Pérez “Manual Básico de Investigación en Ciencias Sociales”. Documentos de estudio: Instituto de ciencias políticas de la Universidad de Chile, 1990.

Real Academia Española(RAE): “Diccionario de la Lengua Española, Ed. Espasa Calpe: Madrid, 1992.

Sierra Bravo, Restituto: Ciencias Sociales”. Ed. Paraninfo: Madrid, 1984;

Sierra Bravo, Restituto: “Técnicas de Investigación Social”. Ed. Paraninfo: Madrid, 1998.

2.13. Sugerencias para trabajar una tipología de las contradicciones que conlleva cualquier proceso de investigación

Una vez terminada la lectura de este capítulo le sugerimos que vuelva a leer su problema de investigación, y que lea esta tipología de contradicciones y realice los ejercicios que están al final de este apartado. Esto le servirá como apoyo para tener claridad en las afirmaciones al problema a investigar.

No podrá determinar cuán significativa es una afirmación hasta que no sepa en qué medida las otras personas de su disciplina deberán cambiar su forma de pensar para poder aceptarla. En todas las disciplina, sin embargo, una forma común de insinuar significación es contradecir las ideas aceptadas, al afirmar que algo que sus lectores creen es incompleto o incorrecto, crea las condiciones de un problema de investigación. No podemos decirle qué ideas debe contradecir, pero podemos mostrarle algunas clases estándar de contradicciones que surgen una y otra vez en la literatura investigativa.

a) Contradicciones sustantivas:

Se puede demostrar que un investigador previo se equivoca, fácilmente podrá señalar la significación de su argumento. Cuanto más autorizado sea el error, mayor será la significación. Tres casos son muy comunes:

ð Usted encuentra un error en un hecho o cálculo.

ð Tiene nuevos hechos que condicionan hechos antiguos o los reemplazan.

ð Encuentra un error de razonamiento y a partir de los mismos hechos llega a una conclusión diferente.

b) Contradicciones de características:

Otra clase de contradicciones siguen patrones que son estándar como las categorías de preguntas acerca de un tema.

ð Haga las preguntas estándar ¿quién? ¿cuándo? y ¿dónde?

ð Identifique las partes y las totalidades. Haga pregunta sobre el tema de una manera que lo analice en sus diversas partes y evalúe las relaciones existentes entre ellas

ð Rastree su historia y los cambios. Haga preguntas sobre el tema de una manera que lo trate como una entidad dinámica que cambia con el tiempo, como algo con su propia historia

ð Identifique sus categorías y características. Haga preguntas sobre el tema de una manera que defina su rango de variación, en qué se parecen y en qué se diferencian

ð Determine su valor. ¿Para qué sirven los datos? ¿Cómo se utilizaron? ¿Ayudaron o dañaron a personas? ¿Qué parte son las más precisas?

c) Contradicciones de las categorías:

Veamos la siguiente afirmación: “Frecuente se ha sostenido que ciertos grupos religiosos son ‘cultos’ debido a cómo difieren de las principales iglesias; pero si examinamos esas organizaciones desde una perspectiva histórica, no es evidente cuando un denominado culto se vuelve una secta o incluso una religión”.

En este patrón se afirma que el argumento contradice las categorías que otras personas de su disciplina aceptan. Por lo general, usted promete mostrar que aunque otros sitúan algo en una categoría, no deberían hacerlo, y que aunque otros sitúan algo en una categoría, sí deberían hacerlo.

1) Aunque X parece ser un ejemplo de Y, no lo es

Aunque los cigarrillos parecen ser adictivos, no lo son o el caso puede invertirse

Aunque los cigarrillos parecen no ser adictivo, lo son

2) Aunque X parece incluir Y como un ejemplo, no lo hace

3) Aunque X e Y parecen ser similares, son diferentes

4) Aunque X parece ser característico de Y, no lo es

d) Contradicciones parte-todo

“En años recientes, algunos argumentaron que los deportes sólo son un entretenimiento y por lo tanto no deberían tener un lugar en la enseñanza superior; pero de hecho puede demostrarse que sin los deportes la enseñanza se resentiría”.

Este patrón es parecido a la contradicción de las categorías, excepto en que se demuestra que otros se equivocaron en la relación entre las partes de algo.

1) Aunque X parece ser integral de Y, no lo es

2) Aunque X parece tener a Y como parte integral, no es así

3) Aunque las partes de X parecen ser sistemáticas, no lo son

4) Aunque X parece ser general, sólo es local

e) Contradicciones de desarrollo interno:

“Recientemente, los medios de difusión han colocado en los titulares el aumento de la criminalidad, pero de hecho la tasa global de criminalidad ha disminuido en los últimos años”.

En este patrón, usted sostiene que otros se equivocaron en el origen, desarrollo o historia de su objeto de estudio.

1) Aunque X parece ser estable/aumenta/disminuye, no lo hace

2) Aunque X parece haberse originado en Y, no lo hizo

3) Aunque X e Y provienen de Z, X no lo hace

4) Aunque la secuencia de desarrollo de X parece ser 1, 2, y 3, no lo es

f) Contradicciones de causa y efecto externas:

“Un nuevo modo de impedir que los jóvenes se vuelvan drogadictos es el concepto de espacios de entretenimiento. Pero la evidencia sugiere que éste no es muy beneficioso”.

En este patrón se afirma que otros fracasaron en ver las relaciones causales o las ven donde no existen.

1) Aunque X parece no estar causalmente relacionado con Y, lo está

2) Aunque X parece ser causa de Y, tanto X como Y son causados por Z

3) Aunque X e Y parecen estar correlacionados, no lo están

4) Aunque X parece ser suficiente para causar Y, no lo es

5) Aunque X parece causar sólo Y, también causa A, B, C

g) Contradicciones de valor

En este patrón simplemente se contradicen los juicios de valor recibidos.

1. Aunque X parece ser bueno, no lo es

2. Aunque X parecer ser útil para Y, no lo es

h) Contradicciones de perspectiva:

Algunas contradicciones son más profundas. En el patrón estándar de características contradictorias, usted invierte un supuesto ampliamente aceptado, pero no modifica los términos de la discusión. En las contradicciones de perspectiva, sale de la discusión estándar para sugerir que debemos mirar las cosas de un modo totalmente nuevo.

“Por lo general se supone que la publicidad se entiende mejor como una función puramente económica pero en realidad ha servido como un laboratorio para nuevas formas de arte y estilos”.

1. Por lo general discutimos X en el contexto Y, pero existe un nuevo contexto de comprensión que debiéramos considerar social, político, económico, intelectual, etc

2. Por lo general hemos visto a X explicado por la teoría Y, pero existe una nueva teoría fundamental o una teoría de otro campo que puede aplicarse a X y que hace que veamos las cosas de modo diferente

3. Existe un nuevo sistema de valores mediante el cual evaluar X

4. Hace mucho tiempo solíamos analizar X usando la teoría/sistema de valores Y; luego rechazamos X por ser inaplicable a Y, pero Y es relevante para X de un nuevo modo.

2) Anote las afirmaciones más relevante del problema y después vaya colocando las afirmaciones según el repertorio de las contradicciones. Esto le ayudará a tener en cuenta aquellas afirmaciones que necesitan mayor profundización.

3) También le sugerimos que trabaje este mismo sistema en el marco teórico. Esto será una buena matriz para fundamentar bien su marco teórico.

Repertorio de contradicciones

Afirmaciones del problema a investigar

1. Contradicciones sustantivas

2. Contradicciones

de características

3. Contradicciones de las categorías

4. Contradicciones parte-todo

5. Contradicciones de desarrollo interno

6. Contradicciones de causa-afecto

7. Contradicciones de valor

8. Contradicciones de perspectiva

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