III El uso de la información como soporte de la investigación[1]
“El diseño cultural latinoamericano está, pues, en directa relación con la palabra escrita, la cual fue detentada por un grupo privilegiado que constituyó lo que Rama ha dado en llamar la ciudad letrada. Más allá del reino de los signos, sin embargo, existe la ciudad real que sólo existe en la historia. Si bien, la ciudad letrada ha sobrevivido durante casi todo el siglo XX, sea a través de la prensa periódica, de los partidos políticos o como burócratas y funcionarios asociados al Estado; diseñando y administrando nuestro modelo cultural; en la actualidad, su supervivencia está en riesgo...”
Álvaro Cuadra (2003, p.175)
3.1. Introducción
Sabemos que hacer investigación jamás ha sido fácil ya que existen dificultades subyacentes que se presentan independientemente del sistema, y que parecen estar relacionadas con la forma en que los seres humanos piensan y sienten. Desde nuestro punto de vista, las más importantes de estas dificultades son:
a) Hacer buen uso de las fuentes de información, y utilizar eficientemente el tiempo para extraer los datos
b) Transformar la información en conocimientos internos estructurados
c) Guardar apropiadamente la información que recogen y producen durante la investigación, de modo que el contenido sea accesible y de fácil uso
d) Programar el desarrollo de la investigación con miras a la presentación de trabajos finales escritos, y administrar los tiempos durante el proceso
e) Integrar la información recolectada con otras actividades de investigación (por ejemplo, experimentación, ensayo, reflexión e intercambio de opiniones con compañeros y tutores)
f) Convertir el conocimiento adquirido durante la búsqueda en un producto escrito final accesible para los usuarios a que va destinado, y hacer justicia al trabajo y al esfuerzo mental invertido en la investigación
g) Aceptar toda la responsabilidad y actuar por uno mismo incluidas la soledad que suele sentir el investigador, y la ansiedad que pueda acarrear
De modo que nos concentraremos en tratar de proporcionarle tanto ayuda práctica como algunas explicaciones sobre la naturaleza de las dificultades, con la esperanza de que los lectores puedan relacionarlos con su propia experiencia.
En todo proceso investigativo hay tres actividades que de alguna forma pueden parecer obvias, pero es central tenerlas en cuenta:
a) Lo que los investigadores hacen antes de comenzar la búsqueda, a fin de decidir qué es lo que quieren encontrar
b) Qué lo que hacen durante la búsqueda, para asegurarse de que lo que encuentran podrá utilizarse adecuadamente
c) Qué hacen después de que la investigación los ha llevado a un descubrimiento, a fin de comunicar sus hallazgos
La forma en que encaremos estas actividades puede hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso de una investigación. Clarificamos que estas actividades no son lineales ni secuenciales. Por el contrario, las actividades identificadas aquí son parte de una continuidad, y se regresa a ellas y se les repite en varios puntos en el proceso de investigar.
Al inicio de la investigación uno se formula preguntas con la intención de definir el rango de su investigación y la información que se necesita; organizar y manejar la información que obtienen, y transformarla en conocimiento. En el fondo el investigador necesita:
a) Definir sus necesidades informativas
b) Localizar las fuentes de información potencialmente adecuadas para cubrir esas necesidades
c) Transformar la información útil en conocimiento
d) Archivar los objetos físicos-libros, fotocopias de artículos, resultados de encuestas, cuestionarios que contengan información conveniente
e) Organizar su archivo de información utilizable de modo que puedan acceder fácilmente a él, manipularlo rápidamente y localizar lo que necesitan, en el momento que lo necesitan
Antes de continuar, dejamos en claro que no existe un único modo correcto de hacerlo, y que los investigadores exitosos utilizan una amplia variedad de estrategias
3.2. Preparándose para la búsqueda de la información
Con el diseño de su investigación, tómese cinco a diez minutos para escribir sobre una hoja de papel un puñado de palabras y frases que resuman los temas clave “anzuelo” de su investigación: pueden ser temas, nombre de autores, organizaciones, lugares, periodos históricos, etc. Luego escriba cada palabra o frase, por separado, en la parte superior de una ficha o tarjeta, que suele ser un tamaño apropiado para la mayoría de los propósitos. El sentido de esto es que con el mero hecho de identificar los temas importantes con sus propias palabras, y ponerlos por escrito, hace que esas palabras se ubiquen en el primer plano de la mente, donde puedan actuar como un grupo de “anzuelos” que puede utilizar mientras explora libros, artículos, páginas web, etc. Paralelamente la interacción entre las ideas que cada uno de ellos contiene comienzan a formar una red que lo ayudará a reconocer otras ideas relacionadas a medidas que lee, así como también a localizar otros vínculos, de modo que la cadena se haga cada vez más rica, a medida que avanza en la lectura.
3.3. Localizar y archivar las fuentes de información
3.3.1. Colección propia
Generalmente, cuando se pone en marcha un proyecto, es conveniente comenzar con lo que ya se tiene en mano: las propias colecciones de artículos, recortes de prensa, libros, documentos, informes, etc; es un volumen manejable, y menos intimidatorio que marchar directamente a la biblioteca. Al revisar un conjunto familiar de datos manteniendo en mente los temas a buscar, por lo general revela cosas que había olvidado que poseía, o que no había pensado que fueran importantes para ese proyecto en particular; y releerlas proporciona pistas hacia otros libros y artículos que merecen ser revisados en una biblioteca. De esta forma, tengo un panorama definido de lo que debo buscar cuando voy allí, en lugar de comenzar desde cero, y sentirme desorientado.
3.3.2. Localizar bibliotecas adecuadas y las colecciones de información
Observe que tiene la biblioteca cercana en las áreas que ha identificado, prestando especial interés a las publicaciones periódicas, ya que allí es donde aparece la información más reciente sobre descubrimientos relevantes, nuevas ideas, avances en ciertos campos específicos, como así también informes de importancia notorias. Revise los trabajos de referencia bibliográfica que pueden guiarlo a bibliotecas y colecciones especializadas en sus temas. Recorra los directorios que incluyan listas de asociaciones especializadas en áreas específicas, a fin de localizar a cualquiera de ellas que opere en los campos de su interés. Analice directorios en fuentes de información electrónica.
3.3.3. Las personas como fuentes de información
La investigación no es sólo una cuestión de lecturas en bibliotecas; parte de la información más valiosa proviene de escuchar a la gente que posee conocimientos especializados. Los primeros a consultar son los profesionales que trabajan en las bibliotecas. Luego está la gente que trabaja en los campos en que usted está interesado, y posee el conocimiento y el saber-cómo hacer relacionado que lo que está tratando de encontrar. Académicos y algunos compañeros con frecuencia sugieren personas a las que consultar, y cuando usted encuentra a esas personas a las que consultar, muchas veces pueden orientarlo hacia otros profesionales que también pueden resultar de mucha ayuda. Ahora bien, cualquiera sea la forma en que se contacte con ellos, encárelos con prudencia y cortesía. Ellos tienen otras cosas en qué pensar aparte de preocuparse por usted, y cuanto más potencialmente útiles pueden ser, es cuando probablemente más ocupados estén. Así que presénteles una explicación, clara y breve, sobre su proyecto de investigación, dígale en qué le parece que pueden serle útiles, y qué es exactamente lo que está solicitando.
3.3.4. Cuando las fuentes proporcionan información útil y aprovechable
Cuando encontramos una fuente que contiene material relevante para nuestros fines es, en ocasiones, el momento en que nuestros problemas comienzan realmente. Extraer información de fuentes escritas y en pantalla suele ser un proceso exhaustivo; no obstante, existen diversas formas de hacerlo manejable y productivo. Aquí es donde las palabras claves o “anzuelos” comienzan a demostrar su utilidad. El anzuelo o palabra clave es valioso, en primer lugar, para analizar índices especialmente de libros y para las tareas de resumen y trabajos en bibliotecas. Cuando comienza a explorar el verdadero texto, que puede contener información importante, si conserva en mente un pequeño número de palabras o frases claves, podrá ver que ellas prácticamente saltan de las páginas a medida que avanza rápidamente sobre el texto. Y cuando la hacen, ése es el momento de comenzar a leer con atención. También es el momento de empezar si necesitará una fotocopia del texto, o si será suficiente con tomar sus propias notas. Por lo general, traducir los hechos e ideas claves de otras personas a sus propias palabras suele ser una buena forma de transformarlo en conocimiento. Algunas cosas prácticas de utilidad a tener en cuenta:
a) Si decide que las notas serán suficiente, lo primero que debe hacer es anotar exactamente los detalles bibliográficos del ítem que está analizando: para los artículos de publicaciones periódicas, autor, título del artículo, nombre de la publicación, número del ejemplar y del apartado, fecha y páginas en que aparece el artículo; para los libros, autor, título, editor, lugar y fecha de publicación.
b) En la parte superior de las anotaciones coloque, en color o letras destacadas, el tema clave de su propia lista, en el cual ese material tiene información valiosa (usualmente verá que cualquier título o libro tiene material útil para más de un tema).
c) Resístase a la tentación de copiar grandes trozos de textos en forma mecánica; es menos agotador y más útil copiar, para eventuales citas, sólo aquellas oraciones y párrafos que digan algo verdaderamente importante, en una forma que no pueda ser literariamente mejorada. Y una vez que lo haya hecho anote la página de la cual proviene la cita, de modo que cualquiera que la lea en su informe o tesis final, pueda remitirse fácilmente a la fuente.
Ya sea que tome sus propios apuntes o saque fotocopias, utilice un resaltador para destacar las frases claves. Eso le ayudará a absorber la información importante, y cuando regrese más tarde al material, las partes resaltadas llamarán su atención sobre los pasajes relevantes y le ahorrará tiempo cuando los relea.
Todos los detalles que hemos estado describiendo constituyen una ayuda para transformar información externa en conocimiento estructurado de nuestra exclusiva propiedad. Sin embargo, no podemos confiar en que vayamos a recordar todo lo que hemos encontrado, de modo que debemos volver a la información original en cada ocasión en que sea necesario. Para ello necesitamos métodos de almacenamiento de los soportes físicos de la información —libros, artículos, ilustraciones, nuestras propias notas, etc.— y necesitamos claves para acceder a ese almacenamiento, de modo que podamos manejar datos en nuestro propio beneficio.
3.3.5 Guardar información
Requiere de cierta disciplina tener un lugar para cada cosa, y colocar cada cosa en su lugar, pero el esfuerzo vale la pena. Recolectar datos demanda una gran inversión de tiempo y dedicación a tal punto que es una pena crearse un problema doble por guardarlo en un montón desorganizado, donde sólo podremos encontrarlos con un esfuerzo doble, y lo que es peor, que una vez que nos hayamos tomado el trabajo, no podamos estar seguros de que hemos encontrado algo significativo. Para evitarlo, elija contenedores adecuados para el material que vaya recolectando o creando, por ejemplo, cajas plegables para los informes, juegos de apuntes, fotocopias, de artículos, cajas de zapatos para tarjetas con anotaciones; sobres plásticos para fotografías etc. La primera pregunta a considerar en relación con el almacenamiento de los informes[2] es la siguiente: ¿Necesita usted crear registros[3] de los informes? Simplemente le podemos recomendar que hay que asegurarse de que cada informe esté claramente rotulado con todos sus detalles bibliográficos, y con los temas claves sobre los cuales tiene información valiosa para usted. Lleve un índice de su colección de informes.[4]
3.3.6. Puntos clave para el almacenamiento
El rasgo más delicado de cualquier tipo de ordenamiento, y el que generalmente ocasiona los problemas mencionados anteriormente, es que, por el simple hecho de reunir los informes por una característica (por autor, por tema principal o por fecha) separa los informes que tienen otras características en común. Hay varias soluciones a este problema, le aconsejamos la siguiente:
a) Tome el juego de tarjetas en el cual inscribió los temas clave de su investigación
b) Tome los informes que ha recopilado
c) Si está clasificando su archivo agregando los informes a medida que ingresan y numerándolos en secuencia: escriba su número en las tarjetas correspondientes
Si lo está ordenando por grupos temáticos: anote sus detalles bibliográficos principales y el nombre del grupo temático en el cual los ha incluido en la tarjeta principal. En estas condiciones, si usted desea encontrar toda la información que posee acerca de uno de sus temas principales, puede localizarla a partir de las tarjetas con sus informes más importantes, y luego buscarla directamente en el contenedor correspondiente. Un vez que accede a los informes, sus propias frases resaltadas permitirán explorar rápidamente y encontrar las partes más relevante del contenido. Como puede ver, enumerar los informes ahorra tiempo, tanto para catalogarlo como para acceder a ellos y le asegura que cuando lo busque encontrará todo lo que sea significativo sobre un tema.
3.3.7. Manejo de los archivos con ayuda de la tecnología de la información
Todo lo que hemos descrito hasta el momento puede llevarse a cabo sin otro elemento más que pluma, tinta, papel y algunas tarjetas. El elemento esencial del sistema es el razonamiento humano efectivo sobre los temas que estamos manejando, las preguntas que necesitamos formular y qué queremos hacer con los resultados. Sin embargo, una vez que hemos puesto en orden nuestras ideas, podemos acelerar y simplificar el proceso de manejar la información y enriquecer la calidad de nuestros razonamientos, mediante un uso sensato de la tecnología informativa.
En la actualidad existe una gran variedad de software confiable para manejo de información en computadores personales. Las siguientes son las funciones principales que deben cumplir para ayudarnos en nuestras actividades.
a) Simplificar el ingreso de detalles de los informes, incluyendo palabras claves, sus propias anotaciones y citas sobre ellos.
b) Encontrar y mostrar los informes que traten temas específicos, que estén escritos por determinados autores, etc.
c) Permitir búsqueda combinadas de informes que posean una combinación específica de características, por ejemplo críticas de la producción de una determinada obra.
d) Imprimir listas de informes sobre temas particulares, etc.
Disponer de estas ventajas, todo lo que usted debe hacer el diseño de un registro es preciso disponer de uno si se quiere manejar información mediante una computadora que tenga el tipo de informes que usted necesita recopilar durante su búsqueda, como así también las preguntas que desea responder a partir de la recolección.
Haga una lista del tipo de informes que va a almacenar en el computador, por ejemplo:
a) Registre artículos, libros, documentos, etc.
b) Nombre y direcciones de organizaciones, proveedores, individuos, etc., que puedan serle útiles para la investigación.
c) Material gráfico o de audio.
d) Identifique las preguntas típicas que necesita responder de su archivo de información.
e) Sobre un papel, diseñe un boceto de formulario de registro que cubra las características que va a necesitar incluir en sus registros, a fin de poder responder a las preguntas típicas antes mencionadas.
f) Consulte a los asesores de un centro de computación sobre qué softwares resultará más apropiado para sus propósitos. Si se le garantiza el acceso a los ordenadores en el momento en que los necesita (en caso contrario no vale la pena tomarse la molestia) aprenda cómo usar el software disponible para establecer su base de datos, ingresar registros, buscar información e imprimir los resultados.
g) Una vez que haya establecido su base datos, manténgala con regularidad, y nunca olvide conservar un archivo de seguridad.
3.4. La utilización de fuentes documentales
La primera pregunta que emerge de un investigador ¿Cómo hay que utilizar fuentes que podrían no ser fiables y cómo evitar informar sobre ellas equívocamente? Las siguientes son algunas sugerencias útiles para cualquier investigador principiante, tal vez incluso para investigadores afianzados.
a) Restringa las fuentes a unas pocas que sean las más valiosas para su investigación. En la primeras etapas, esto significa una importante tarea de examen rápido de libros y artículos para identificar cuáles desea conocer mejor. Por supuesto, cometerá errores cuando practique esta lectura veloz, en algún sentido descuidada. También deberá releer cuidadosamente. Pero sólo haciendo un extenso examen rápido podrá quedarse con unas pocas fuentes que merezcan una atención más cuidadosa.
b) Una vez haya localizado una fuente que le parezca crucial. Léala toda. En contraste con la lectura rápida, ahora debe leer lentamente para comprender todo el argumento en su contexto completo. Una causa general de una mala comprensión es una lectura fragmentaria. Si piensa emplear un argumento o una idea, especialmente si tiene la intención de citarlo, lea todo lo que lo rodea y cualquier otra cosa que necesite para comprender lo que espera utilizar.
c) Fácilmente podrá perder lo que ha obtenido mediante una lectura cuidadosa si sus notas no reflejan la calidad de sus reflexiones. Cuando decida tomar notas, asegúrese de registrar toda la información que necesita para recuperar sus lecturas críticas y permitirles a sus lectores saber exactamente cómo encontrar la misma información. Los siguientes son algunos elementos clave. Antes de comenzar a leer un libro, registre toda su información bibliográfica. Cuando tome notas, debe distinguir clara y consistentemente los resúmenes de las paráfrasis, y estas últimas de las citas directas y evite las paráfrasis demasiado aproximadas.
d) Para apoyar sus afirmaciones, las fuentes construyen complejas argumentaciones a partir de varios elementos. Cuando lea las fuentes para reunir material para sus propios argumentos, usted debería analizar los de aquéllas. Es decir, tenga cuidado cuando cite o resuma una fuente, tenga cuidado con el contexto. No se puede evitar del todo citar fuera del contexto, porque obviamente usted no puede citar todo el original. Pero si lee con cuidado, relee todo lo que es crucial para sus propias conclusiones, sus resúmenes y citas estarán hechas dentro del contexto que más importa, el contexto de su propia aprehensión del original. Cuando utilice una afirmación o argumento, busque la línea de razonamiento que el autor siguió y anótela:
Urbina F (Pág. 123): La guerra fue causada por Z
Urbina F (Pág.123): La guerra fue causada por X, Y y Z
Urbina F: La guerra fue causada por X, Y, y Z (Pág. 123). Pero la causa más importante fue Z (Pág. 123), por tres razones: razón 1 (Pág. 124-126); razón 2 (Pág.126); razón 3 (Pág. 127-128
e) Cuando registre las afirmaciones hechas por una fuente, observe la importancia retórica relativa de esa afirmación en el original: ¿Es un punto principal?, ¿un punto menor de apoyo?, ¿una condición o concesión?
Finalmente, recuerde que su informe sólo puede ser exacto si comprueba dos veces sus notas extraídas de las fuentes. Después del primer borrador, verifique las citas frente a sus notas.
3.5. Sugerencias bibliográficas
Ander-Egg, Ezequiel. Técnicas de Investigación Social, (24 edición). Buenos Aires, Editorial Lumen, 1995, Argentina. pp. 71-83.
Arias Liana. Cómo organizar las ideas. Para estructurar informes y proyectos eficaces. Santiago de Chile, Editorial LOM, 2000, pp.152-172.
Dieterich Heinz. Nueva guía para la investigación científica. Buenos Aires, Argentina, Editorial 21, Colección Ciencia Tecnología, 1999, pp, 19-42; 209-216.
Eco, umberto. Cómo se hace una Tesis. Barcelona, España, Editorial Gedisa, 2002, pp.149.
Fragniere, Jean-Pierre. Así se escribe una monografía. Buenos Aires, Argentina, Fondo de Cultura Económica, 1996, pp. 91-102.
Kreimer, Juan Carlos, ¿Cómo lo escribo?. Buenos Aires, Argentina, Editorial Planeta, 1998, pp.15-133.
Sabino, Carlos. Cómo hacer una Tesis y elaborar toda clase de trabajos escritos. Bogotá, Colombia, Editorial Panamericana, 2000, pp.257-293.
3.6. Sugerencias para una lectura rápida
Uno de los grandes problemas que tienen los investigadores es la selección de fuentes. De ahí, que le sugerimos que haga una simulación con su biblioteca personal a partir de estos pasos para una lectura rápida de la fuente a seleccionar.
También se le sugiere que utilice el ejercicio anterior para la búsqueda de bibliografía ya sea en su biblioteca personal o una biblioteca universitaria.
Usted les debe a sus lectores una lectura cuidadosa de las fuentes importantes para asegurarse de que no sólo expone sus puntos principales de un modo fiable, sino también sus contextos, condiciones y conexiones. Pero para descubrir qué fuentes merecen una lectura detallada,debe saber cómo realizar una lectura más rápida para seleccionar los trabajos que probablemente sean los más importantes. Esta lectura rápida no puede realizarse sólo moviendo la vista sobre las palabras de una fuente.
Para identificar rápida y fiablemente los elementos principales de un argumento, debe saber dónde buscarlos. Cuando lea rápidamente, su objetivo debe ser obtener un panorama general de lo que la fuente le ofrece: el tema, el problema de investigación, la resolución y el esquema de la argumentación. En este punto sólo debe tomar las notas necesarias que le permitan recordar lo esencial. Luego puede dejar de lado la fuente, pero ésta podría resultar relevante más adelante cuando su proyecto se desarrolle.
Pasos 1: Familiarícese con la geografía de la fuente:
Antes de comenzar a examinar rápidamente una fuente, hágase una idea de la totalidad.
Si la fuente es un libro:
a) Lea las primeras oraciones de cada párrafo del prefacio;
b) Busque en el índice, prólogos, capítulos de resumen, etc;
c) Examine rápidamente el índice alfabético en busca de los temas con el mayor número de referencia a páginas;
d) Examine rápidamente la bibliografía, observando las fechas y fuentes citadas con mayor frecuencia; de un vistazo a los capítulos para ver si están dividido en secciones con títulos y si tiene un resumen final.
e) Si la fuente es un libro muy extenso, una breve reseña publicada sobre él puede darle una idea del argumento, principales afirmaciones y probablemente de la estructura.
Si la fuente es un artículo:
a) Lea el abstract o resumen , si lo tiene
b) De un vistazo a sus páginas para ver si las secciones tienen títulos;
c) Examine rápidamente la bibliografía
Paso 2: Localice la tesis del argumento
Lea la introducción, particularmente los últimos párrafos, y luego la conclusión. En uno u otro sitio encontrará una formulación del problema y su resolución. Identifique también el tipo de datos que sustentan la afirmación principal.
Paso 3: Identifique los puntos clave secundarios
Una vez que se ha formado una idea del problema y su resolución, puede rechazar la fuente por irrelevante o separarla para una lectura posterior más detenida. Si aún no puede decidir busque los principales puntos secundarios que sustentan la afirmación principal.
Si el capítulo o artículo no tiene títulos, identifique sus componentes principales. Busque los lugares donde el escritor finaliza un tema principal o introduce otro con palabras de transición. (Primero, Segundo, Tercero; finalmente; ahora debemos considerar Y) (REDACCIÓN)
En cada componente, lea el primero y el último párrafo, buscando su afirmación principal. Intente identificar el tipo de evidencia usado en cada componente.
Paso 4: Identifique los temas clave
Una vez efectuada las anotaciones sobre el problema, la tesis principal y los puntos básicos, examine la fuente en busca de conceptos clave. Enumérelos junto con cualquier información bibliográfica sobre la fuente. Esa lista de palabras le ayudará cuando repase sus notas para ver si las fuentes que usted no leyó cuidadosamente al principio podrían posteriormente merecer un examen detenido.
Paso 5: (si es necesario) examine rápidamente los párrafos
Es probable que los pasos 1 al 4 le den la información que necesita para decidir si debe leer una fuente más cuidadosamente, pero si todavía no está seguro, examine rápidamente cada párrafo, buscando su punto o idea principal. Si no encuentra nada en la primera o segunda oración que parezca un punto importante, salte a la última.
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